Jueves, marzo 28, 2024

Envejecimiento como problema público

El envejecimiento como problema público. A finales del siglo XX se producen dos cambios que trastocan la vida de las sociedades. El primero llamado transición demográfica, por el que se observa un alto crecimiento del grupo de 60 años y más.

El segundo llamado transición epidemiológica. Los padecimientos por los que se enferman y mueren dejan de ser las enfermedades transmisibles y se incrementan las enfermedades crónico degenerativas: cáncer, hipertensión, párkinson, etc.

Organismos internacionales y nacionales se convierten en portavoz de este fenómeno. Llaman la atención sobre la necesidad de conocer las dimensiones de las transiciones que denominan envejecimiento demográfico. Se plantean una serie de preguntas, sobre todo referidas al costo del cuidado de esta población.

El problema se incluye en la agenda pública de México. En 2002 se aprueba la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores. Diez años después se hace lo mismo en Tlaxcala, aunque el primer decreto lleva fecha de 2006. A partir de ahí se crean una serie de programas y acciones por una multiplicidad de instituciones.

Soluciones a ciegas porque parten del desconocimiento del envejecimiento como problema público.

La dimensión del envejecimiento como problema público

Entre 1970 y 2020, la población de 60 años y mas registra un crecimiento progresivo. Se toma esa fecha porque es el momento en que el gobierno federal implementa políticas publicas de control demográfico. Ese año en Tlaxcala, el censo registra a 29 mil 854 personas, 10 años después crece 20.46 por ciento.

En 1980 la población de 60 años y mas son 35 mil 961 personas. El censo de 1990 arroja 49 mil 932 personas, lo que representa un crecimiento porcentual de 38.85 por ciento. La tasa se incrementa en 2000 (39.79 por ciento) y desciende en 2010 (20 por ciento) al censar 117 mil 40 personas mayores de 60 a años y más. Pero, 10 años mas tarde. En el censo de 2020 las personas de 60 años y más crecen 41.29 por ciento. Hoy son 145 mil 866 personas.

Actualmente en Tlaxcala viven 78 mil 216 mujeres y 67 mil 670 hombres de 60 años y más. El incremento se registra particularmente entre las mujeres y refleja una mayor mortalidad entre los hombres. Solo como referencia, en el decenio 2010-2020, el grupo de edad de 0 a 4 años, que era el que normalmente crecía, registra un descenso de 5 mil 613 niñas y niños.

La pobreza otra dimensión del envejecimiento

El envejecimiento como problema público no es solo un asunto demográfico. Ahí confluyen una multiplicidad de relaciones. En primer lugar, la pobreza secular de la entidad.

Entre 2008 y 2018 el Coneval registra una disminución de la población en pobreza del 59.6 al 48.4, con una diferencia entre la población en situación de pobreza moderada que pasa del 50.1 por ciento al 45.3 por ciento y la población en situación de pobreza extrema que va de 9.5 a 3.1 por ciento.

En el caso particular de la población de 60 años y más. El porcentaje de personas mayores en pobreza se situó 4.3 puntos por arriba del porcentaje nacional en el mismo año. En 2018, Tlaxcala ocupó el lugar 12 respecto a las demás entidades federativas por su porcentaje de personas mayores en situación de pobreza, con aproximadamente 42 mil 600 personas mayores.

Las personas mayores en pobreza en el estado se reducen en 20.2 puntos porcentuales entre 2008 y 2018. Al comparar las mediciones de 2018 se constata que el nivel de pobreza de las personas mayores es 3.1 puntos porcentuales menor que el de la población con menos de 65 años.

La situación económica de las personas mayores

De las 145 mil 886 personas de 60 años y más; 62 mil 982 son clasificadas como población económicamente activa, pero solo el 43.17 por ciento se encuentran ocupadas (62 mil 43). Con la diferencia que el 64 por ciento (39 mil 883) de los ocupados son hombres y 35.71 (22 mil 160) mujeres.

Entre la población económicamente inactiva. Esta crece en función de la edad. Para el grupo de 60-64 años esta es del 41 por ciento. En el de 65-69 años el 50 por ciento, el de 70-74 años el 59 por ciento, entre los de 75 y 70 el 66 por ciento, en el de 80-84 años el 76 por ciento y en el de 85 años y más el 85.73 por ciento.

En el perfil que mensualmente publica la Secretaría del Trabajo y Previsión Social la tasa de informalidad laboral del Estado se ubica en el 72.7 por ciento (72.6 en hombres y 72.8 por ciento mujeres). Lo que determina que 7 de cada 10 personas que trabajan no cuentan con servicios de seguridad social.

Los datos del censo 2020 muestran que de la población total de 60 años y más (145 mil 886 personas). El 12 por (17 mil 432) reciben una pensión por vejez, jubilación o viudez. Entre estos 11 mil 545 hombres  y 5 mil 887 mujeres. Lo que hace que, en el registro único de programas de bienestar social del gobierno federal, para el bimestre mayo-junio 2020 se registren 77 mil 159 beneficiarios de la pensión universal.

A lo que se agrega que entre 2008, según datos del Coneval, la población de 65 años o más sin acceso a la seguridad social es del 40.4 por ciento en 2008 aunque se reduce al 26.3 por ciento en 2018.

La transición epidemiológica

El último diagnóstico de salud, que la Secretaría de Salud tiene en su página electrónica es el del 2016. Ahí se asienta que “las principales causas de morbilidad en el grupo de 60 años y más” son: Infecciones respiratorias agudas, infección de vías urinarias. Infecciones internas por otros organismos y las mal definidas, gingivitis y enfermedad periodontal, úlcera, gastritis y duodenitis, conjuntivitis, hipertensión arterial, diabetes mellitus no insulinodependiente, obesidades e insuficiencia venosa periférica.

La morbilidad es diferente. Entre las 10 principales causas se encuentran: Diabetes mellitus, enfermedades isquémicas del corazón, enfermedad cerebrovascular, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedades hipertensivas, otras enfermedades digestivas, cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado, otras enfermedades cardiovasculares, casusas mal definidas, nefritis y nefrosis.

A estas transiciones deben agregarse aspectos como el nivel educativo de las personas mayores, la distribución geográfica, los costos de la atención y de la falta de la misma, así como la proyección del problema a futuro, teniendo en cuenta que, en 10 años, la población de 60 años y más será del doble.

Como refieren analistas de política pública. La definición del problema permite encontrar soluciones viables. Pero muchos representantes populares funcionarios y administradores públicos implementan soluciones que tienen como finalidad capturar los votos de estos grupos de población y no resolver sus problemas. Porque no alcanzan a comprender el envejecimiento como un problema público.

Más recientes

Consumir agua clorada o desinfectada, reduce riesgo de enfermedades gastrointestinales

El sector salud del estado de Tlaxcala recomendó a la población consumir agua embotellada, hervida o desinfectada con cloro...
- Anuncio -
- Anuncio -