En los trabajos de investigación pioneros se perfilaron los métodos y las estrategias en los que se adiestra a las personas para convertirse en padrote, pero no es hasta la tesis de maestría en Antropología: “Trata de personas: Padrotes, iniciación y modus operandi”, en el que se describe claramente el proceso.
Una de las particularidades que tiene el trabajo es que registra la voz de los padrotes, a pesar de la dificultad para el acceso, ya que de alguna manera el silencio juega un papel fundamental en el mantenimiento de la cohesión entre quienes se dedican a esta actividad.
La intención del trabajo, como se señala en las reflexiones finales, fue “conocer la otra cara de la moneda, de saber cómo se vive el fenómeno de la explotación desde las prácticas y discursos de los mismos explotadores.”
El trabajo describe la estrategia del “robo de la novia” como el mecanismo cultural más generalizado que se utiliza por ser una práctica que se mantiene entre las comunidades rurales para concretar relaciones de pareja.
Lo central está en la voz de los padrotes que comparten la forma en que se convierten, se transforman, “matan el sentimiento para poder trabajar diferenciando los sentimientos del negocio”.
A lo largo de los casi 50 años que se ha desarrollado esta actividad en las comunidades de las faldas de La Malinche se ha sistematizado una pedagogía para conquistar a las mujeres, dedicarlas a la actividad sexual y explotarlas.
Sin duda que el trabajo resulta muy valioso porque la única forma de desestructurar esta actividad es a partir de medicar la práctica y el sentido que esta práctica tiene entre los hombres de las comunidades que han hecho del proxenetismo efectivamente una categoría laboral.