Tras 15 años de un proceso de selección, la investigadora Gabriela González-Mariscal Muriel donó al Museo Regional de Tlaxcala-INAH la obra Retrato de Manuela Mesa, pintura al óleo de esta mujer indígena cacica de alto rango en la sociedad novohispana.
Diego Martín Medrano, director de este museo, puntualizó que esta aportación de la González-Mariscal Muriel, representa un esfuerzo por contribuir a la historia de Tlaxcala, el cual “ha sido su hogar” desde 1985 en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) y en la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx).
Acentuó que este acto representa la oportunidad de dar voz a la madre (ya fallecida) de la donadora, Josefina Muriel, investigadora y propietaria original de esta obra.
Explicó que Manuela Mesa fue hija “de don Lucas Mesa y doña Anastasia Reinoso, del pueblo de San Bartolomé, jurisdicción de Capulhuac”, y profesó en el Convento de la Compañía de María y Enseñanza de Indias; y subrayó que este retraro es “una pieza magnífica que nos abre la posibilidad de enriquecer el conocimiento y estudio del grupo de mujeres indígenas de alto rango en la sociedad novohispana”.
Abundó que los tecuhtli o señores, fueron conocidos como caciques y en el caso de las cihuapilli, como cacicas; “ellos -añadió- probablemente son los descendientes de la nobleza porque estaba formada por caciques y principales y la nueva aristocracia de los antiguos macehuales”.
El funcionario mencionó que durante el virreinato fueron cacicas con iguales prerrogativas que los varones, reconocidas tanto por los indios como por los españoles; quedaron exentas del pago de tributos y tuvieron el derecho a recibir tributos en sus cacicazgos.
“Las indias cacicas como es el caso de doña Manuela Mesa, eran observadas por los conquistadores, quienes reconocieron su importancia, entre otras cosas, por su relación con documentos ligados con problemas de tenencia de la tierra o intentos de la nobleza antigua por recuperar privilegios”.
Realzó que existen importantes estudios sobre la forma en que las cihuapilli o cacicas hacían patentes algunas concesiones sociales; además, y sobre todo, la continuidad de sus derechos y privilegios.
“Este grupo se destaca por su reconocida posición social, debido a que existen antecedentes de una misión jesuita con indias iroquesas en la porción francesa de Estados Unidos 40 años antes; sin embargo, no hay datos de que esta india hubiera hecho votos”, dijo.
Por su parte, Gabriela González-Mariscal Murie puntualizó que la historia de La donación de este cuadro inició con el deceso de su madre, la investigadora Josefina Muriel, reconocida historiadora graduada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hace más de 70 años, quien cultivo primordialmente lo que en la actualidad se conoce como estudios de mujeres, específicamente en la época colonial del país.
Los numerosos caminos que ella exploró la llevaron a toparse con los retratos de monjas coronadas y a apreciarlos tanto en su aspecto artístico como histórico, de esta manera, escribió el libro Retratos de Nonjas, publicado en 1952, enfatizó.
Citó que a lo largo de su vida, Josefina Muriel adquirió varios de esos cuadros que, junto con sus hermanas, gozó por años en su hogar, por lo que a la muerte de su madre ella heredó el de Manuela Mesa y tuvo el deseo de donarlo a algún museo de México, en agradecimiento a lo que este país había dado a su progenitora en términos de posibilidades educativas y de facilidades para realizar trabajo de investigación.
Compartió que la selección “del mejor museo” para la donación significó un complicado proceso que le tomó alrededor de 15 años y que durante ese tiempo esta obra estuvo bien resguardada por Patricia Tenorio Camarillo y su familia, quines le arrendaron una bodega en el municipio de Panotla.
Agradeció a Diego Martín Medrano esta posibilidad, pues le brindó todas las facilidades para realizar los innumerables y complicados trámites; así como por la “seriedad y profesionalismo con la que diversos miembros y personal de este museo, han hecho posible el traslado y la intervención de este óleo para presentarlo”.
A efecto de explicar el valor de esta obra invitó a tres expertas, Rita Valero García-Lascuraín, Mónica Díaz y Mónica Martín. A este evento asistió el titular de la Secretaría de Cultural del estado (SC), Antonio Martínez Velázquez, así como otros invitados, entre ellos, Samantha Viñas Landa, coordinadora del Centro Cultural Universitario (CCU) de la UATx, y Raúl Jiménez Guillén, investigador.