La exigencia de los integrantes de la LXIII Legislatura local para que el Ejecutivo local emita las reglas de operación del Fondo de Acciones para Fortalecimiento al Campo con el argumento de que “el ciclo agrícola no puede esperar”, parece una millonaria estrategia.
La exigencia se convierte en una maniquea postura, ya que en los hechos solo cerca de 30 por ciento de los 154 millones 500 mil pesos etiquetados para el campo fue asignado para la compra de semilla, fertilizante y maquinaria para producir las tierras, mientras que el resto para “buenas acciones” y, desde luego, para mejores dividendos.
Los representantes de la Cuarta Transformación priorizaron recursos para el pago de talleres a fin de enseñar a los campesinos a producir y elevar la productividad del campo, así como a la compra de herramientas y animales de traspatio, principalmente, aunque en el pasado reciente esas partidas han servido más para engrosar los bolsillos de quienes los etiquetan, según la Auditoría Superior de la Federación.
De un análisis, podemos advertir que de los 154 millones 500 mil pesos, solo 43 millones tienen una incidencia directa en el presente ciclo agrícola, mientras que 110 millones 785 mil 396.73 pesos fueron reservados para otras cosas.
Los diputados destinaron varias decenas de millones de pesos al pago de talleres y cursos de capacitación en técnicas de producción, administración y comercialización de productos agropecuarios tales como: elaboración de abonos orgánicos, selección masal de semilla criolla, tratamiento de aguas residuales y biodigestores, entre otros, aunque no se sabe quiénes serán los beneficiarios.
Dispusieron de varios millones de pesos para la adquisición de aves de postura, conejos, alimento, paquetes de herramientas manuales, sembradoras de tiro animal, así como para la compra de carretillas, palas de cuchara, palas derecha, bieldos y machetes, pero se desconoce el número de cada herramienta.
Los diputados hacen bien en exigir que se publiquen las reglas de operación para que el dinero público empiece a usarse para lo cual fue dispuesto, pero también serviría para conocer de una vez quiénes serán los beneficiados y las empresas contratistas. Empero, desde ahora les puedo adelantar que habrá muchas pero muchas desagradables sorpresas en un país en el que “el pueblo se cansa de tanta pinche transa”, como afirma el presidente Andrés Manuel López Obrador.