Azael Rosainz, originario de Apizaco, Tlaxcala, ha demostrado que nunca es tarde para comenzar. Se dedicó muchos años al trateo y su carrera artística a los 28 años de edad, hoy a sus 31 ya cuenta con reconocimientos destacados, como el segundo lugar en el Concurso Estatal de Artes Visuales. Su obra, marcada por un enfoque irreverente y fresco, combina técnicas clásicas con temáticas modernas y satíricas.
El trayecto de Rosainz en el arte no comenzó en el mundo visual. Hace casi una década incursionó en el teatro como actor y, luego, colaborando en áreas como iluminación y audio. Sin embargo, su búsqueda constante de nuevas formas de expresión lo llevó a explorar el tatuaje y, más tarde, a estudiar artes visuales. “Decidí aprender a dibujar para tatuar, pero la vida me llevó por otro camino: la pintura”, relata.
Una de sus piezas más representativas es Bloques R20, una obra que mezcla temple sobre madera con elementos modernos como piezas de Lego y bicicletas de juguete. A través de esta obra, Rosainz busca romper con las normas de la pintura clásica, incorporando referencias al arte pop y contemporáneo en un soporte no convencional. “Es divertirse con una técnica clásica mientras se juega con la modernidad”, explica.
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La temática recurrente en sus piezas incluye máquinas, motores y motocicletas, elementos que utiliza para añadir dinamismo y sátira a su obra. “Me gusta transformar lo cotidiano en algo divertido, satirizando situaciones o haciendo guiños al consumismo”, comenta. Este enfoque le ha permitido desarrollar un estilo único que describe como una mezcla de irreverencia y disciplina.
A pesar de haber empezado de manera formal en el arte visual hace pocos años, Rosainz considera que su trabajo puede inspirar a otros a atreverse a explorar nuevas posibilidades. “Muchos creen que es tarde para empezar, pero yo soy la prueba de que no es así. Es posible aprender, crecer y destacar en cualquier momento de la vida”, afirma.
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El reciente reconocimiento por Bloques R20 ha reforzado su confianza y motivación. “No esperaba ganar, pero esto me confirma que voy por buen camino”, señala emocionado. Su objetivo es continuar pintando y transmitir su amor por el arte a las nuevas generaciones, especialmente a los más jóvenes, para que crean en sus posibilidades sin importar su edad.
Para Rossainz, el arte es una mezcla de exploración, diversión y dedicación. “Busco disfrutar lo que hago y encontrar chistes en lo cotidiano”, resume. Con un enfoque fresco y una técnica sólida, promete seguir rompiendo esquemas y construyendo un camino en el mundo de las artes.
