La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) realizó a los tres centros de Reinserción Social (Ceresos) en el estado de Tlaxcala varias observaciones, entre las que destacan la falta de normatividad interna y de personal, así como deficiencias en los servicios, por lo que la calificación general fue de 6.13 puntos sobre 10.
Lo anterior se desprende del “Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2023”, en el cual la CNDH señala que hubo condiciones generales medias y una tendencia a la baja de los Ceresos de Tlaxcala en todos los rubros que evalúa, entre ellos Aspectos que garantizan la integridad de las personas privadas de la libertad (PPL), Aspectos que garantizan una estancia digna; y Grupos de personas privadas de la libertad con necesidades específicas; mientras que en los rubros Condiciones de gobernabilidad y reinserción social de las personas privadas de la libertad, la calificación estatal fue baja.
De acuerdo con este diagnóstico, en los tres reclusorios hay en total mil 32 personas privadas de su libertad. Los centros penitenciarios del estado reportaron que albergan a 27 personas adultas mayores; empero, el Cereso varonil de Apizaco y el femenil tuvieron deficiencias en la atención a este grupo prioritario.
De igual manera, hay 20 personas indígenas, 23 personas con discapacidad, siete personas extranjeras, 15 personas de la comunidad LGBTTTIQ+ y cinco que viven con VIH/Sida.
El organismo nacional observó que existe la necesidad de generar políticas públicas en materia penitenciaria con enfoques diferenciados, ello en cumplimiento a lo dispuesto en la Ley de la CNDH.
Además, la Comisión registró un caso de suicidio entre personas privadas de su libertad en el estado, quien había registrado tres intentos previos, pero ningún homicidio, riña, motín, fuga, tortura y/o maltrato, o abuso en 2023.
En cuanto al Cereso varonil de Apizaco, donde hay 491 personas privadas de la libertad, nueve más que su capacidad, la CNDH otorgó una calificación de 6.61 por ciento e identificó problemas de hacinamiento y sobrepoblación; deficiencia en condiciones de materiales e higiene para su alojamiento y atención médica; deficiencia en la imposición de sanciones disciplinarias, falta de normatividad en el centro, insuficiencia de personal de seguridad y custodia, presencia de actividades ilícitas; también una inadecuada clasificación de PPL, insuficiencia o inexistencia de actividades educativas; y deficiencia en la atención a personas adultas mayores.
En contraparte, los aspectos positivos son los servicios para mantener la salud, la capacitación del personal, inexistencia de cobros, actividades laborales y de capacitación, y atención a personas LGBTTTI+
El Cereso varonil de Tlaxcala tuvo una calificación de 6.03 puntos y el diagnóstico identificó deficiencias en la atención de personas en aislamiento, en los servicios de salud, en la prevención de derechos humanos y en los canales para presentar quejas, insuficiencia de programas para tender incidentes violentos, falta de supervisión del centro por parte de su titular; deficiencias en las condiciones materiales y de higiene en el área médica; deficiencia en la imposición de sanciones, falta de capacitación e insuficiencia de personal, falta de normatividad; deficiente separación y clasificación de PPL, inadecuada organización y deficiencia en la atención de personas indígenas.
Además, identificó como puntos positivos la distribución de personas privadas de su libertad, el número de personas con relación al centro ya que hay 436 y la capacidad del lugar es para 504; inexistencia de cobros, actividades laborales y de capacitación, y atención a personas que viven con VID/Sida.
Mientras que el Cereso femenil de Apizaco tuvo una calificación de 6.47 puntos y se identificaron deficiencias en servicios de salud, insuficiencia para la remisión de quejas por violación a derechos humanos, sobrepoblación; deficientes condiciones materiales y de higiene para su alojamiento, comunicación con el exterior, en la cocina y comedores; insuficiencia o inexistencia de instalaciones necesarias para el funcionamiento del centro; deficiencia en el procedimiento de imposición de sanciones disciplinarias y de personas de seguridad y custodia.
Asimismo, encontraron deficiencias en la integración de expedientes técnico–jurídicos; de separación entre procesados y sentenciados; inadecuada clasificación de PPL, de organización y cumplimiento del plan de actividades, vinculación con la sociedad, de actividades deportivas y educativas; deficiencia en la atención de personas adultas mayores.
Como aspectos positivos, el organismo identificó programas para prevenir y atender incidentes violentos, supervisión del centro por parte del titular; condiciones materiales y de higiene en el área médica; ausencia de cogobierno o funciones de autoridad por parte de las PPL; capacitación del personal, inexistencia de actividades ilícitas y cobros; actividades laborales y de capacitación; integración y funcionamiento del Comité Técnico; y atención a personas LGBTTTIQ+.
En este centro hay 81 mujeres privadas de su libertad cuando la capacidad es para 73; de ellas cuatro tienen hijas o hijos, en total son cuatro infantes los que se encuentran con sus madres en este espacio y –al menos durante el año pasado– no se reportaron casos de mujeres embarazadas.
También te recomendamos: LXIV Legislatura no dejará rezago de juicios políticos: Yonca