Desaparecer la educación especial es una tesis que ronda en los sistemas de educación pública a partir del concepto de inclusión. Lo que lleva a formular si es posible incluir a la población con discapacidad en una sociedad que incapacita.
Al crearse en 1925 el sistema de educación pública se trata de construir una nación. En esa lógica se integra a todas las poblaciones, particularmente las indígenas, a diferencia de otros países que cada uno de los pueblos originarios mantiene su lengua y sus formas de organización.
En México se diseña una política de integración y se crea un sistema de internados a lo largo y ancho del país. La declaración política es que los pueblos indígenas no se queden al margen del modelo de desarrollo diseñado a partir del triunfo de la Revolución.
En la década de los 70 del siglo XX se masifica la educación básica y el problema que presenta es la reprobación. El 50 por ciento de los niños que ingresan a primero de primaria reprueba. Lo que provoca que en los dos siguientes ciclos la población de primer año se duplique.
La Dirección de Educación Especial crea el programa de grupos integrados para atender a “los reprobados” y marginalmente incluye a las personas con discapacidad. A través de un sistema de educación paralelo. Frente a escuelas regulares, escuelas especiales.
A partir de ahí se ha desatado una cantidad importante de movimientos que van de necesidades básicas de aprendizaje, necesidades educativas especiales, integración educativa, inclusión educativa hasta barreras para el aprendizaje y la participación.
La inclusión en la reforma se refiere a desarrollar procesos formativos y relaciones pedagógicas que permitan comprender, durante la educación básica, la lógica colonial que opera en la experiencia humana cotidiana.
En esa lógica ¿Cómo se incluye a la población con discapacidad?