“En el pueblo donde doy clases los padres de familia quisieran para comer, no para una computadora e internet”. “Un alumno, de los más destacados, se acercó a decirme que el celular de su mamá es muy viejito y no sirve para enviar tareas, ni tampoco tiene dinero para comprar uno nuevo”.
Comentarios como estos son constantes entre el gremio magisterial, a un mes del inicio de las clases en línea, el pasado 23 de marzo, como una medida adoptada para reducir riesgos de contagio del Covid–19 entre una población de casi 380 mil estudiantes. La suspensión temporal de clases en los más de 2 mil planteles y esta estrategia implementada como una forma de evitar la pérdida del año escolar, ha puesto en vilo a los docentes tlaxcaltecas.
Según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información (ENDUTIH) 2018, en Tlaxcala 75 por ciento de la población de 6 años de edad y más es usuaria de internet y solo 34.2 por ciento del total de hogares del estado dispone de conexión a internet, esto es, 113 mil 825.
De ese universo de internautas, 70.7 por ciento utiliza esta herramienta con fines de educación/capacitación. 11.3 por ciento tiene de 6 a 11 años de edad; 17.9 por ciento de 12 a 17 años; 20.6 por ciento de 18 a 24 y 21.9 por ciento de 25 a 34. En ese año, el estado se ubicó entre los que registraron las proporciones más bajas de usuarios en áreas urbanas con 62.2 por ciento; si esta es una condición de las ciudades, habrá que imaginar la de las zonas rurales. La medición de la pobreza efectuada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) muestra que en 2018 solamente 15.4 por ciento de la población tlaxcalteca está en la clasificación de no pobre y no vulnerable. 48.4 por ciento enfrenta situación de pobreza y 3.1 por ciento pobreza extrema.
Absurdamente, la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPE) anticipó que evaluará a los alumnos sobre los contenidos educativos aprendidos a distancia, pero la pandemia ha exhibido realidades contrapuestas: estudiantes “de primera y de segunda”.