En 2010 se presentó ante el Tribunal Superior de Justicia del Estado una acción contra la omisión legislativa, en contra del Congreso del estado de Tlaxcala, por organizaciones sociales y ciudadanía que derivó en una histórica sentencia. Varias legislaturas han pasado y esta sentencia sigue sin cumplirse para dar cumplimiento a los objetivos establecidos en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y a la Ley que Garantiza el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en el Estado de Tlaxcala.
Las y los legisladores actuales mal no harían en conocer esta sentencia y actuar en consecuencia, pues se requiere de un trabajo coordinado, con perspectiva de género, derechos humanos e interseccionalidad para impulsar un verdadero trabajo de armonización legislativa que tienen obligación de realizar. No bastan los esfuerzos aislados o los temas abanderados de manera particular, hace falta una mirada amplia y la aprobación de las reformas legislativas pertinentes.
Está pendiente la aprobación de la despenalización del aborto y la realización de una evaluación post legislativa que permita conocer el cumplimiento de las obligaciones de las autoridades, todas en el marco de las citadas leyes; la (in)eficacia de la Alerta de Violencia de Género se sustenta en este frágil andamiaje institucional y presupuestal. Son vistosos los foros, las mesas de trabajo y las muchas fotografías y los discursos; sólo que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones y para muestras los casos de Karla Romero Tezmol, Daniela Muñoz Muñoz, Ana Laura López Loaiza y Cecilia López Hernández. ¿Justicia y no repetición? Negadas absolutamente y el dolor interminable.
Al margen: Consulta Mitofsky ubica a la gobernadora tlaxcalteca en la quinta posición de aceptación ciudadana. Es inexplicable la falta de pericia, escucha, sensibilidad e inteligencia para atender demandas sociales: el 8M fue devastador y la reciente respuesta a la manifestación de jóvenes debe prender los focos rojos, pues mientras la policía responde con bestialidad ante la protesta ciudadana, feminicidas, tratantes y delincuentes hacen y deshacen con impunidad, tiñen de sangre esta tierra; tanto que se convierte en tiradero de víctimas, panteón y fosa. Y la policía ciega, sorda y muda.