La solicitud de pruebas Covid–19 y el cumplimiento de las medidas sanitarias para la ejecución de obra, principalmente en el sector privado, ha elevado los gastos operativos de las empresas en el sector de la construcción y eso se refleja en el presupuesto total del proyecto a ejecutar.
Lo anterior lo expuso el presidente local de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Enrique Ramírez Castilla, quien explicó que principalmente en el sector privado se han endurecido las medidas sanitarias por la pandemia y eso conlleva a que “las obras se encarezcan un poquito porque en algunos casos nos piden pruebas de Covid quincenales o mensuales para ingresar a las plantas a dar mantenimiento a las instalaciones y eso representa un costo, así como el equipo de protección correspondiente”.
El cumplimiento de estas medidas no sólo representa un impacto económico en las empresas, sino que además dificulta la “maniobrabilidad para el desarrollo de los trabajos”, porque ahora se utilizan cubrebocas, otro tipo de caretas y eso al final de cuentas se ve reflejado en el costo de las obras.
Ramírez Castilla agregó que en el sector público no se han endurecido tanto las medidas, aunque sí se mantienen los protocolos básicos para evitar los contagios de Covid–19; “no ha sido drástico como en la iniciativa privada”, asentó.
–¿En qué porcentaje se han incrementado los costos por atender los protocolos sanitarios?
–No hemos hecho un estimativo de costos, pero el hecho de estarnos monitoreando con pruebas de laboratorio para que nos certifiquen que no tenemos Covid y el hecho de trabajar con un equipo de seguridad más, va alentando la productividad de los trabajos y eso se refleja en el costo de las obras porque nos tardamos más tiempo y se incluyen más gastos que no estaban considerados.
Indicó que las pruebas Covid–19 que se realizan a los trabajadores las paga el dueño de la empresa constructora y el precio oscila de 400 a 2 mil pesos por cada una.
Resaltó que cuando un trabajador presenta tos, escurrimiento nasal o dolor de huesos, se queda en casa y se envía al médico para que le haga la valoración correspondiente, “estamos trabajando fuerte en la parte de la prevención para evitar los contagios”.
Puntualizó que es variable el monto económico que implica el cumplimiento de las medidas sanitarias por parte de las empresas, ya que depende del importe de las obras, pues en las pequeñas representan entre el 5 y 8 por ciento, pero en las grandes es distinto, “este gasto se aplica en el presupuesto total del proyecto”.
“A estas alturas, después de dos años, ya se ha vuelto cotidiano trabajar con estos equipos y con estas medidas para evitar los contagios de Covid–19. Ya tenemos definidos los protocolos, tenemos considerados los costos del equipo de protección, de las pruebas y los tiempos por la excedencia en la entrega de las obras”, concluyó.