Con el T–MEC le irá bien a Tlaxcala. Mientras desde la educación, la ciencia y la tecnología se invita a mirar al sur, la economía mira al norte y concreta la firma del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá.
El gobierno de México toma la decisión de formar parte de una región geopolítica, lo que significa estrechar lazos para un mayor flujo de mercancías en un amplio mercado, aunque mantenga fuera temas como la migración.
La política de fomento industrial de Tlaxcala se ha enfocado a la búsqueda de inversiones en Europa y Asia. Sin embargo, la demanda crecerá con aquellas empresas que produzcan para el mercado norteamericano.
Mucha de la inversión que se encuentra en stand by por la falta de confianza en el gobierno federal, se elimina de forma automática con la firma del T–-MEC. Lo que beneficia de manera directa a Tlaxcala.
Como se señala, desde la llegada de los españoles, la entidad se encuentra en un lugar estratégico. Es punto de encuentro de una multiplicidad de vías que permiten el tránsito hacia los cuatro puntos cardinales del país.
Lo que le permite el acceso a los mercados de mayor consumo por el volumen de población, como son los de la región centro–país. Esta oportunidad no puede dejarse pasar de largo, como ha sucedido con otras.
La Secretaría de Desarrollo Económico y la Secretaría de Educación Pública deben articular acciones a fin de convertir la entidad en un espacio de atracción de las inversiones que llegarán al país y requieren ubicaciones estratégicas.
La celebración de los 500 años termina con la apertura de una posibilidad para que la economía y la vida de los tlaxcaltecas se mantenga en la vía de crecimiento, siempre y cuando se creen las condiciones de atracción de la inversión e industria canadiense y norteamericana.