Bajo el eje rector de que la vida pública sea cada vez más pública y que lo mucho que se tiene que decir sobre el gobierno del estado se comunique con claridad, cercanía y certeza, Antonio Martínez Velázquez asumió la titularidad en la Coordinación de Comunicación (CCOM), con la confianza, además, de tener una relación sana y cercana con los medios, pues “a veces parece que es una relación tóxica”.
Además, expone que no habrá temor a la crítica, pues “creo que todos están en su derecho de ejercerla, (pero) habrá también, en un diálogo circular, respuestas a informaciones falsas, a calumnias”.
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En entrevista con La Jornada de Oriente–Tlaxcala, quien fue el primer secretario de Cultura de Tlaxcala y director general de Comunicación Social de la Secretaría de Cultura federal, expone que aceptó la invitación de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros por el compromiso que tiene con Tlaxcala, “se vienen tiempos interesantes en el estado”, pero sobre todo porque “me parece que esta administración tiene mucho que decir y no se estaba diciendo o no se está diciendo todo lo que se tiene que decir… desde mi punto de vista ha sido muy exitosa en sus programas, en sus objetivos, etcétera”.
Considera que para él es un “muy buen reto” hacer esta función. “Creo que los gobiernos de la Cuarta Transformación deben rendir cuentas, comunicar lo que se hace en el servicio público, esas son nuestras prioridades, hay que poner al pueblo al centro de las decisiones, al centro de la acción gubernamental. La gobernadora está haciendo cambios en su equipo y me invitó. Inmediatamente acepté porque es un reto que me apasiona, tengo experiencia. Entonces, me parece una excelente invitación y servir a Tlaxcala para mí es no dudarlo”.
Detalla que el eje rector de su plan de trabajo es que la vida pública sea cada vez más pública, “eso es algo que repetía mucho el presidente Andrés Manuel (López Obrador) y todos los funcionarios públicos, en todas sus funciones, en todas sus tareas y en todos los niveles, ejecutan programas de gobierno con dinero público. Por lo tanto, la gente tiene que saber en esa vida pública qué, por qué y para qué se hacen las cosas y cómo se hacen. Entonces, que la vida pública sea cada vez más pública”.
En este propósito, Martínez indica que la comunicación gubernamental se regirá bajo tres características: primera, claridad en la comunicación y en el lenguaje, “porque a veces reviso boletines y parece que no se quiere informar lo que se tiene que informar. Parece una redacción del Ministerio Público. Segunda, cercanía, pensar que el objetivo de la comunicación gubernamental es comunicarse con el pueblo, porque se piensa la comunicación gubernamental como una comunicación de funcionarios para funcionarios y para el círculo rojo. Entonces no, cuando se habla de cercanía o cuando pienso en la cercanía de la comunicación gubernamental es pensar que es la gente, son las personas, las que están en territorio, en sus comunidades, a las que se tienen que informar y a quienes les sirve la comunicación gubernamental. Porque, además, son ellos quienes sostienen al gobierno con sus impuestos y con su participación. Ellos son los protagonistas”.
Y la tercera es certeza en la comunicación, pues el gobierno tiene que ser la fuente de información verídica, creíble, cuya información dé certeza a la ciudadanía de que lo que está leyendo es información correcta, que es la verdad de lo que se dice.
“Esas tres características son muy importantes y, digamos, son relativamente fáciles de implementar, porque hay muchísimo trabajo en las dependencias gubernamentales y lo que hay que hacer son las estrategias para alcanzar el objetivo de que la gente, el pueblo, sepa lo que se hace, cómo se hace, por qué se hace, para qué se hace y cómo se beneficia”.
–¿Los dos años que restan a este gobierno son suficientes para cumplir con estos propósitos?
–Creo que es tiempo suficiente, prácticamente el 90 por ciento de todas las promesas de campaña están cumplidas. Entonces, con mejor comunicación y más oportuna sobre lo que sucede, se tendrán mejores resultados.
–¿Qué pasa con el tema de la seguridad que es uno de los puntos de preocupación de la población?
–El gobierno de Tlaxcala es de los que más ha invertido en seguridad en el país, vamos sobre los 8 mil millones de pesos con distintos elementos, es decir, no solamente en el tema de inteligencia, investigación, sino también en el tema de la policía. En la encuesta del Inegi sobre percepción de inseguridad en zonas urbanas, hay un dato particular sobre la confianza de las autoridades y Tlaxcala tiene una confianza por arriba del dato nacional en la Policía Estatal.
Antonio Martínez agrega que para quienes son de Tlaxcala y han crecido en la entidad, la incidencia delictiva es también más “gore” (tipo de película o género cinematográfico que se caracteriza por la representación explícita de escenas violentas y sangrientas) “y eso sí es más impactante para la población, pues dicen esto no pasaba antes. Pero no es que no pasara, claro que pasaba. Hay momentos en Tlaxcala que han tenido mayor inseguridad que este. Lo que pasa es la forma, ¿no? Entonces, sí es un tema de percepción, es un tema también de novedad de ciertos tipos de crímenes que antes no veíamos, Pero que no tiene que ver con la seguridad generalizada, todo lo contrario”.
Ahonda que en el tema de la inseguridad hay un papel de corresponsabilidad también de los medios de comunicación, de ahí que es muy importante comunicar desde el gobierno la otra parte, no solamente la ejecutiva, porque la seguridad no se trata solamente de fierros, sino de lo que se constate. “La seguridad se constata precisamente en otros ámbitos sociales que nos dan cuenta de una sociedad segura, confiada y que puede hacer sus actividades con libertad y con seguridad”.
Menciona que en algunos casos se “espectaculariza” la violencia como si se tratara de un show, un tema de morbo y eso genera ciertas percepciones de violencia, “pero los datos ahí están y los datos no mienten. Entonces, creo que ahí es muy importante hacer el reconocimiento del compromiso gubernamental con la seguridad pública, con la seguridad ciudadana a través de la inversión histórica en infraestructura, de la estrategia completa de inteligencia e investigación, y la acción y coordinación con Fiscalía, etcétera. Eso es una parte y la otra parte tiene que ver con las dinámicas sociales, porque como sociedad se tienen muchas celebraciones, uno ve que hay diario una fiesta patronal, que se sale de noche, que se va a las iglesias, y eso no sucedería en un lugar que no fuera seguro”.
–¿Poner en marcha el plan de comunicación implica cambios al interior de la CCOM o nada más es hacer ajustes?
–No, yo creo que en la Coordinación hay gente talentosa, en Tlaxcala hay periodistas talentosísimos, hay comunicadores muy talentosos importantes y de ello hay que echar mano. A veces se busca fuera lo que tenemos aquí adentro y en Tlaxcala tenemos un talento innegable.
–¿En Tlaxcala se nota la percepción de que prácticamente todo se debe comunicar en las redes sociales, esto es así para usted?
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–Fíjate que no y eso quizás tiene que ver con mi paso por la Secretaría de Cultura y conocer todas las comunidades del estado. Yo creo que en muchas comunidades es más efectivo el perifoneo que el WhatsApp. Es más efectivo convocar a una asamblea informativa que hacer un post en Facebook. Evidentemente soy de una generación que apuesta mucho a las redes, a la tecnología, pero también cuando no se entienden los contextos culturales, tradiciones y dinámicas en las comunidades, que es ahí donde está la vida de los tlaxcaltecas, pues también se falla. Entonces, no se llega a quienes se tienen que llegar.
“Y si decimos que el pueblo es el protagonista de la comunicación gubernamental, pues tenemos que participar en donde ellos participan. Hay lugares donde simplemente no tienen acceso a un teléfono, simplemente no hay señal 4G, solamente se quedan en 3.5G. Pues no va a llegar el gran posteo en TikTok. Va a llegar un perifoneo, va a llegar un volante. Me gusta mucho la comunicación, sobre todo de la Revolución Mexicana, en pequeños periódicos, esa era buena información para llegar a todos lados. Es mucho más efectivo en ciertas comunidades simplemente convocar a una asamblea, informar sobre temas que están pasando. Eso es mucho más efectivo que apostarle todo a que la inteligencia artificial ahora va a sustituir a la comunicación de todas y todos”.
–¿Cuál va a ser la relación con los medios?
–Me parece que tiene que ser una relación sana y cercana. A veces parece que es una relación tóxica. ¡En serio!, como una relación tóxica. Entonces no sólo tiene que ser cercana, sino tiene que ser abierta. Entender que es un diálogo circular. O sea, el gobierno tiene que decir, pero también tenemos que escuchar lo que están viendo los medios de comunicación, cómo lo están viendo, por qué están viendo lo que están viendo. Y no tomar eso como si fuera una crítica.
Por definición, agrega, el ejercicio gubernamental está sujeto a un escrutinio mayor que las personas privadas. Eso es algo que los funcionarios y los servidores públicos deben tener muy claro, que el gobierno debe tener muy claro y que los periodistas lo tienen claro.
“Entonces, procurar un diálogo circular y no una relación que no sé por qué, eso sí lo confieso, la encuentro en estos momentos tensa y adversarial, y que no debería de ser así. O sea, la acción gubernamental tiene una planeación, tiene una ejecución, tiene una razón de ser y, por lo tanto, todo lo que se pregunta alrededor de eso debe ser público. Entonces, yo creo en una relación cercana, una relación sana y una relación de diálogo circular y permanente”.
–¿Hay temor a la crítica?
–No, no, no, todo lo contrario. Yo creo que todos están en su derecho de ejercer la crítica, lo que hay, lo que habrá también será, en ese diálogo circular, respuestas a informaciones falsas, a calumnias. Sí, pero habrá una respuesta porque todo tiene una explicación, insisto.
O sea, la función pública no es un tema de ya se le ocurrió tal o cual cosa y ya hizo. Todo está documentado, todo está en papel, entonces qué habrá, pues ese diálogo de respuesta. No, tampoco es que toda la crítica es bienvenida y está en su derecho, pero el gobierno siempre tiene algo que decir al respecto. Claro.
“La gobernadora, además de ser una persona muy trabajadora y muy cercana a la gente, ha llevado en general una muy buena administración pública, se han logrado los objetivos que se plantearon y en ese sentido no hay nada que nos detenga a tener una buena relación con los medios y con la gente sobre lo que se hace”, concluye.


