La Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), que tiene como “objetivo fundamental garantizar la seguridad de las mismas, el cese de la violencia en su contra y eliminar las desigualdades producidas por una legislación que agravia sus derechos humanos”, como lo establece el artículo 23 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, ha sido decretada en todo el territorio tlaxcalteca.
La declaratoria puede considerarse un avance, por supuesto; sin embargo, aún falta un largo trecho para ver concretado su objetivo fundamental y dejar perfectamente claro que las autoridades, todas, tienen un compromiso real y serio por las mujeres y niñas, por sus derechos, su vida y seguridad.
La titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia (Conavim), Fabiola Alanís Sámano destacó que en Tlaxcala una de cada cinco estudiantes es violentada en su escuela; una de cada tres es agredida en las calles por el simple hecho de ser mujer y que es el cuarto estado del país con mayor número de embarazos adolescentes. Además, dijo que, en los últimos años, se detectaron 76 casos de feminicidios que no han sido investigados como tales y que las muertes violentas de mujeres se duplicaron en los últimos cincos años.
Las cifras solo revelan la enraizada violencia institucional que ha generado tolerancia, permisividad, abusos de poder e impunidad de autoridades que ha dejado en total indefensión a las mujeres y niñas en situación de violencia. Tras la declaratoria de la AVGM en el estado, vale preguntar si se materializarán las sanciones correspondientes a las autoridades omisas y negligentes de las instituciones de procuración e impartición de justicia que no han investigado ni castigado los feminicidios, la trata de personas y la desaparición forzada de mujeres y niñas.
Habrá quien responda por las injusticias generadas como las de no saber dónde están Karla Romero Tezmol y Daniela Muñoz Muñoz, por ejemplo. Desde este espacio nos sumamos a la exigencia consignada en La Cornada del 19 de agosto pasado: “Que la declaratoria se traduzca en ejercicio diario de la administración pública. La deuda cada vez es más grande y más grave.”