El desempleo se ha convertido en un efecto colateral de la pandemia de Covid–19 y cada día aumenta el número de personas que se acercan a la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de Apizaco para preguntar si tiene vacantes a fin de trabajar “en lo que sea”, informó la presidenta de este organismo, Yolanda Domínguez Vázquez.
En entrevista vía telefónica, refirió que la Canaco cuenta con bolsa de trabajo y por lo regular se acercaban una o dos personas a preguntar por vacantes, pero en las últimas semanas se ha incrementado el número a seis u ocho personas que solicitan sean colocadas en un puesto laboral “en lo que sea” con tal de ganar dinero para el sustento de sus familias.
Domínguez Vázquez expuso que desafortunadamente todo está parado, nadie emplea a nadie, porque muchos negocios están cerrados y los comercios grandes, así como las tiendas de conveniencia tampoco tienen dónde colocar personas, “entonces se está reflejando mucho desempleo”.
Calculó que se han perdido no menos de 250 empleos en los comercios afiliados a la Canaco de Apizaco, “sí está muy fuerte el tema de desempleo, todo mundo quiere trabajar de lo que sea, la cosa es que quieren llevar dinero para su familia”.
Sobre la reapertura de negocios una vez que el estado de Tlaxcala pasó a color naranja en el semáforo epidemiológico por Covid–19 del gobierno federal, la dirigente mencionó que “muchos” establecimientos no han abierto sus puertas porque “la situación de contagios todavía está muy fuerte”.
Los negocios que han retomado actividades son principalmente de venta de ropa y de zapatos, ya que en los primeros tres meses de la pandemia la población se preocupó más por adquirir productos de alimentación y de limpieza, lo cual afectó otros giros.
“Algunos negocios ya empezaron a abrir, van despacito, pero ya los abrieron, aunque muchos no han reabierto porque en Apizaco ha habido muchos decesos, yo digo que seguimos en semáforo rojo, incluso comerciantes conocidos han perdido la vida, no podemos decir que ya pasó o está pasando la pandemia, seguimos recomendado a los afiliados que refuercen las medidas de prevención en sus establecimientos”, apuntó Yolanda Domínguez.
A ello se suma que alrededor de 10 por ciento de mil 800 afiliados que tomaron la decisión de cerrar de manera definitiva porque en la mayoría de los casos son arrendatarios y no tuvieron recursos para pagar la renta y volver a conseguir un local es muy difícil porque primero se tienen que capitalizar.