La comercialización de combustible robado continúa en el estado, a pesar del discurso del gobierno federal de que combate el huachicol y una muestra de ello es que las ventas en las estaciones de servicio disminuyeron 30 por ciento el año pasado y persiste la oferta de hidrocarburos al pie de carretera, denunció la presidenta de la asociación Gasolineros Unidos de los Estados de Puebla y Tlaxcala (GUEPT), Luz María Jiménez Almazán.
“El año 2020 lo iniciamos tranquilos en este sector porque las ventas están tan bajas que no hemos tenido problemas por falta de combustible afortunadamente y eso ya es una muy buena noticia. El problema que tenemos es que el gobierno federal insiste en fijar un precio tope cuando el precio es libre, e insiste en exhibir a las empresas que venden más caro o más barato sin contemplar las distancias, el tiempo muerto para la carga o si lo lleva Petróleos Mexicanos (Pemex) o tú lo vas a traer”, refirió.
Jiménez Almazán expuso que Pemex se mantiene como el proveedor número uno y a veces la carga del producto para las estaciones de servicio es en Puebla, Veracruz o Poza Rica, “entonces eso tiene un costo adicional que el gobierno no contempla y eso que hace no sólo es injusto sino ilegal… ya protestamos enérgicamente porque eso de exhibirnos afecta nuestra credibilidad comercial, ya que no considera factores que determinan el precio, a lo que además hay que sumar los factores internacionales”.
En entrevista, recalcó que el arranque de año ha sido muy lento porque la economía está estancada desde 2019, incluso en diciembre, cuando de manera tradicional las ventas subían hasta 30 por ciento por la dinámica de la temporada de fin de año, en esta ocasión no fue así, ni siquiera en las estaciones de servicio que operan al pie de carretera donde el alza fue de apenas 15 por ciento.
Es por eso que 2019 cerró con una caída de 30 por ciento en las ventas de manera global en las estaciones de servicio, asentó la dirigente de la GUEPT, quien enlistó dos factores “de suma importancia” como causas de esta situación.
“Uno, es totalmente falso que la venta de combustible robado, que al gobierno le gusta llamar huachicol para no llamarlo por su nombre, continúa descaradamente y sobre todo en Tlaxcala donde no había este problema, pero de repente de inundó de combustible robado; dos, la economía está contraída y la gente no gasta”.
–¿La GUEPT cómo ha identificado que se vende combustible robado en Tlaxcala?
“Porque a las gasolineras les bajó la venta de combustible y porque en las carreteras vemos a niños que están con lámparas haciendo señas, ahí es donde venden gasolina robada”.
La caída en las ventas derivó en recorte de personal, principalmente en el área administrativa, de las estaciones de servicio, mientras que en el caso de los despachadores que se jubilan, ya no se cubren esas plazas; “nos concentramos al personal mínimo, cero contrataciones y en promedio se despidió a una persona por establecimiento.”, puntualizó.