El centro nocturno denominado La Curva fue suspendido de sus funciones durante el operativo interinstitucional permanente que realizan dependencias estatales y federales, al constatar que viola diversas normas de seguridad y sanidad, además de que carece de los permisos para operar.
En esta acción, que se realizó la madrugada del pasado 20 de julio, participaron elementos de la Policía Ministerial y agentes del Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), efectivos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSPE), de la Procuraduría General de la República (PGR), la Policía Federal y trabajadores del Instituto Estatal de Protec-ción Civil (IEPC), de la Secretaría de Salud (Sesa) y de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
El equipo interinstitucional se constituyó sobre carretera federal Tlaxcala–San Martín Texmelucan, a la altura de la población de San Jorge Tezoquipan, Panotla, específicamente en el bar denominado La Curva.
El lugar fue inspeccionado física y administrativamente por la célula, que revisó a 20 clientes y a 10 mujeres que presuntamente ejercen la prostitución, a fin de verificar que no portaran armas, drogas y en general todo lo prohibido. En ningún caso se registró alguna irregularidad.
Al exterior del lugar, los agentes ministeriales indagaron la situación legal de cinco vehículos estacionados, pero no se identificó ningún ilícito.
El inmueble fue clausurado por personal del IEPC porque no contaba con medidas de seguridad y documentación de protección civil. Además, el personal de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris) colocó sellos de suspensión porque el local presentó diversas irregularidades fitozoosanitarias y violó la ley vigente antitabaco.
Por otra parte, la PGJE informó que con el trabajo de inteligencia y de campo de los agentes de la Policía Ministerial, peritos y el Ministerio Público, se concretó la aprehensión de una pareja que planeó y ejecutó un homicidio para continuar con su relación amorosa y quedarse con los bienes del occiso en Huamantla.
Las personas aseguradas fueron Rosa María Bautista Cervantes, de 35 años de edad, y Jorge Moreno Briones, de 28 años de edad, quienes planearon la muerte de su esposo Nicolás Adolfo Ortega, de la primera, la noche del 9 de marzo del año en curso, pues ella facilitó el ingreso de Jorge Moreno a la cochera de su domicilio porque su marido saldría a recoger a su hijo de una fiesta. De esta manera, se ocultó en la pieza y a las 00:20 horas del siguiente día, cuando abordaba el vehículo le disparó en dos ocasiones a la cabeza.