El vocal de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio (CAPAM) de Tlaxcala, Abel Cortés Altamirano reveló que el consejo directivo de este organismo busca reformar el reglamento para reestructurar las tarifas que se cobran al sector comercial, en virtud de que éstas no son parejas incluso hasta para un mismo giro.
“El interés es dar seguimiento a la intención de reformar el reglamento que se trae desde hace varios años, de tal manera que beneficie a todos, a los usuarios de tomas domésticas y a los comercios. Entre las propuestas que se manejan está homologar las tarifas porque el agua que recibimos en las tomas es la misma para un negocio que para una casa”, mencionó.
No obstante, observó que los domicilios no utilizan el agua con un fin comercial, no así los negocios que tienen una actividad mercantil, pero con el actual reglamento hay una diferencia grande en las tarifas que se cobran a los establecimientos.
Por ello, se prevé que haya tarifas A y B para el sector comercio, la primera para aquellos negocios que utilizan el agua sólo para hacer su servicio de limpieza y sanitario, mientras que la B sería para los establecimientos que utilicen el vital líquido en la preparación de sus productos o servicios, por ejemplo los restaurantes y los hoteles.
“La idea es simplificar las tarifas porque actualmente hay A, B, C, D, E y F, son seis clasificaciones comerciales y creemos que sean dos tarifas comerciales y una domiciliaria”, asentó el también coordinador de la Asociación de Restaurantes, Bares y Salones de Fiestas de Tlaxcala (Arbat).
Mencionó que aún no se ha llegado al punto para determinar en cuánto se deben fijar las tarifas, pues se tiene que ver cuánto cuesta operar la CAPAM, ya que no solo es extraer el agua, sino hay que ver la administración interna porque la comisión tiene una plantilla bastante grande y hay que solventar los gastos.
“La idea es que la CAPAM siga teniendo los mismos ingresos, pero que se reorganice de tal manera que todos paguemos de manera justa el servicio”, señaló.
Y es que por ejemplo hay restaurantes que pueden pagar desde 400 hasta 4 mil o 5 mil pesos bimestrales dentro de una misma calle, porque nunca hubo un tarifario y el monto se determinaba en función de la apariencia del establecimiento, esto mismo pasa en las zapaterías y otros giros, expuso.
“Por eso pedimos que haya un tarifario claro y que no sea por giros, sino que haya A y B conforme lo expliqué al inicio”, apuntó Cortés Altamirano.
