El Consejo Tlaxcalteca de Agricultura Natural ha identificado que de cada 10 de sus integrantes mujeres, entre cuatro y cinco presentan alguna enfermedad relacionada a este sector, como cáncer de mama o cérvicouterino, principalmente en la zona sur del estado, por lo que atribuye esta situación al problema de contaminación del agua y suelo.
Javier Fragoso Moreno, dirigente de esta organización civil, destacó trabajos realizados dentro de lo que se denomina Agenda de la Mujer Campesina, la cual es considerada un tema obligado.
En este sentido, enfatizó que se han encontrado en el campo “un sinnúmero de enfermedades de las mujeres, que si bien no podemos determinar que son producto de la contaminación, por las semillas o por los cultivos con insecticidas, pesticidas o herbicidas que se utilizan, pero sí muchas están ligadas a esos factores”.
Puntualizó que los padecimientos más comunes identificados en este sector de la población son, cáncer cervicouterino y de mama, así como problemas de insuficiencia renal, por lo que el Consejo implementó una serie de capacitaciones en el que participa Mariana Carmona Grijalva, científica ambientalista y parte de la secretaría técnica de esta organización.
“Hemos venido tratando a compañeras. De cada 10, cuatro o cinco tienen una enfermedad de género. Es muy alta la incidencia, más en la zona sur”, indicó.
Respecto de lo que sucede en esa región de la entidad, respaldó las denuncias y los resultados de diagnósticos elaborados por el Centro Fray Julián Garcés, Derechos Humanos y Desarrollo Local A.C., comunidades y académicos, sobre la contaminación del río Zahuapan, de afluentes y suelos, no solamente por los químicos y los metales pesados sino también por aguas negras que llegan a los cultivos.
Lamentó que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Secretaría de Salud “no tienen una atención puntual” en la distribución de cultivos producidos en tierras agrícolas de esa área.
“Si acudes al municipio de Nativitas o de Tepetitla y arrancas una hortaliza tiene todo el aroma del drenaje, es muy desagradable, sin embargo, esos alimentos nos llegan a los mercados locales, porque los compañeros los llevan a Texmelucan o la central de abastos y de ahí nos los regresan a los tianguis y a las verdulerías”, comentó.
Por ello, recalcó que la población ingiere elementos tóxicos “que no están siendo medidos por parte del sector salud, y ahí sí necesitamos que se ponga un alto a esa situación”.
Pero -añadió-, sobre todo que se pueda garantizar el acceso de las mujeres a la salud, si bien es importante que ya se cuente con una Secretaría de la Mujer y que por primera vez se escuche una voz más fuerte de las campesinas o agricultoras, “hace falta todavía mucho trabajo de sensibilización y concienciación de las autoridades en ese tema”.
Expuso que en el caso de mujeres de Santa Apolonia Teacalco, que son las más antiguas en el Consejo, se ha detectado que cerca de 80 han manifestado diversos problemas en el sistema inmune, ya sea alergias, psoriasis u otras afecciones en la piel.
Hay algunas que presentan problemas de obesidad y otras de tipo hepático; pero casi 10 por ciento del total han sido diagnosticadas con cáncer cervicouterino o de mama, “son muchas, aunque solamente son las compañeras que forman parte del Consejo, por eso nos preguntamos, cuántas habrá en todo el municipio”, abundó.
Ante esta situación, resaltó que es necesario realizar un estudio o investigación más a fondo, pues “hay un incremento terrible, no se detiene la cuestión del cáncer, creo que hace falta una política muy estratégica que nos permita realmente hacer una limpieza de productos que nos están provocando eso, como lo son aquellos que contienen exceso de azúcares, de carbohidratos y de grasas vegetales”.
Por tanto, subrayó que el Consejo le apuesta a que haya una cura a través de la alimentación, de ahí la importancia de producir hortalizas en cultivos orgánicos y, sobre todo, en regresar a la ingesta de otro tipo de grasas animales, como la manteca y cebo.
Mientras tanto, este Consejo realiza capacitaciones sobre la creación de botiquines herbolarios para mujeres, con plantas locales que tienen un valor botánico específico dentro de la medicina tradicional mexicana, pero que generalmente se desconocen, se subutilizan o se incineran.
“Ya tenemos avances en relación a formulaciones por sistemas, que es algo muy importante, ojalá el gobierno del estado retome el modelo de las clínicas comunitarias, donde se encuentran los médicos tradicionales, entre ellos las parteras, quienes brindan una atención con el uso de plantas medicinales, como lo hacen en Puebla“, confió.
En cuanto a la contaminación de la Cuenca del Alto Atoyac, del que forma parte el Zahuapan, el entonces Consejo Nacional de Ciencias, Humanidades y Tecnologías (Conahcyt) realizó una serie de proyectos de investigación.
Derivado de esos trabajos, clasificó a esta cuenca como una Región de Emergencia Sanitaria y Ambiental (RESA), categoría que también le dio a otras zonas del país.
En su “Primer Informe Estratégico Cuenca del Alto Atoyac (Tlaxcala y Puebla): Región de emergencia sanitaria y ambiental; problemática socioambiental y recomendaciones para su atención integral”, entre otras cosas, sustenta el estado de contaminación y daños provocados en la salud de las personas.
Expone que en esta RESA vive 79.5 por ciento de la población de Tlaxcala y 42 por ciento de la de Puebla; asimismo, indica que el Atoyac es uno de los ríos más contaminados de México, debido a las descargas de aguas residuales de más de ocho mil empresas, principalmente de las industrias química, textil y automotriz.
Precisa: “En las últimas cuatro décadas, enfermedades como la renal crónica y las leucemias agudas, han mostrado tasas de incidencia y mortalidad elevadas, en especial en jóvenes. Se trata de padecimientos con una fuerte carga asociada a la exposición de los tóxicos imperantes en la Cuenca“.
Te puede interesar: Reforma constitucional para prohibir en nepotismo electoral y la reelección será aprobada en Tlaxcala: Garay.