Por desgracia, en Tlaxcala, sancionar el manejo ilegal e irregular de las arcas públicas, ya sean municipales, de dependencias estatales, poderes y organismos autónomos, es más que una vacilada.
Se torna en una burla hacia la sociedad, sobre todo a una de las tres principales funciones constitucionales de los diputados, quienes, como un mal ejemplo, han hecho de la fiscalización un espectáculo burdo, ramplón y hasta miserable, en el que quienes han dilapidado el erario, eso sí, en su beneficio, son los principales risueños.
Vaya, incluso, el presidente de la Caiptlax, Claudio Cirio Romero ya hizo evidente esa mofa, al señalar, en su momento, que todavía está a la espera de la denuncia penal que deberían interponer en contra de los comisionados de ese ente por la no aprobación de la cuenta pública de 2011.
Y se volvió a reír de los diputados actuales y de todos los que han pasado por las 60 legislaturas, al aseverar, palabras más, palabras menos, que en Tlaxcala no hay sanciones para quienes infringen las normas en materia de administración y control del gasto público.
Aunque duela, el señor tiene la razón. Cuántas y tantas ex autoridades se pasean orondas por las calles de Tlaxcala, México y hasta en el extranjero, presumiendo lo mal habido a su paso por los cargos públicos y, mejor aún, sin ninguna sanción.
El reciente anuncio del ex edil priista, convertido ahora en presidente de la Comisión de Finanzas del Congreso local, de que no habrá sanciones para las autoridades que hayan dilapidado millones de pesos en autocompensaciones, se convierte en el salvoconducto para saquear lo poco que les queda a sus administraciones en las postrimerías del llamado año de Hidalgo.
Los señalamientos hechos por el Órgano de Fiscalización Superior (OFS) por presuntos desfalcos millonarios en dependencias estatales y en municipios duelen a la sociedad, pero ese sentir es usado como moneda de cambio por algunos para hacerse de nuevas posiciones o bien existen las dudas, para aumentar algunos dígitos a sus regordetas cuentas bancarias.