A escaso tiempo de las elecciones estadounidenses, Elías Dávila Espinoza, representante legal del Albergue La Sagrada Familia (Asafam), señaló que aún es aventurado decir que una probable victoria de Kamala Harris podría modificar la política migratoria impuesta por esa nación.
Reiteró que es lamentable que el tema de la migración siempre sea utilizado por la clase política “como carne de cañón” en épocas electorales; aunque, consideró que bien podría ser usado como presión de México hacia Estados Unidos.
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Sin embargo, refirió que ello también generaría una situación difícil porque en cualquier escenario de este tipo la población migrante sería “la que sufriría” las consecuencias, como ha ocurrido hasta ahora.
Por ello, acentuó que en este momento sería aventurado pensar que un posible triunfo de Kamala Harris pudiera modificar el panorama a través de un cambio en la política migratoria que mantiene vigente aquella nación.
“Porque, ciertamente, la migración va a seguir, pues somos quizá el país con más presencia de migrantes en tránsito a nivel mundial, de migrantes que regresan, que pasan, que se quedan, además de los de origen; hay estadísticas que refieren una cifra de 40 millones de personas con esta condición en México”.
De acuerdo a las encuestas que se han realizado en ese país, se observa que hay una tendencia a favor de Kamala Harris, incluso -agregó Elías Dávila- ella públicamente también ha dicho que va a atacar al crimen organizado, sobre todo al generado por cárteles del estado de Sinaloa.
Según medios de comunicación de aquel país, durante la campaña realizada en busca de votos que la hagan llegar a la Casa Blanca, la también vicepresidenta estadounidense ha mostrado una postura a favor de las despenalización de cruces fronterizos.
En este tramo hacia las elecciones del próximo mes, la candidata del Partido Demócrata ha expresado que impulsará un sistema justo y seguro que incluye expulsiones por cruces irregulares.
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Mientras que su adversario, el republicano Donald Trump, mantiene entre sus propuestas la realización de deportaciones masivas, de hasta 11 millones de personas; así como la eliminación de programas de migración, entre ellos el denominado “parole humanitario”.
La política planteada por este candidato tiene como principal objetivo el cierre de la frontera “y detener la invasión de migrantes”, a los que ha llamado “criminales”; incluso, ha sugerido la creación de campos de detención de quienes se encuentren en territorio estadounidense sin documentación.
