Los magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa (TJA) van por una verdadera autonomía, al menos ese es el discurso para que el presidente del Poder Judicial, Héctor Maldonado Bonilla, no se inmiscuya en su libre determinación.
Por ello, los magistrados María Isabel Pérez, Elías Cortés y Marcos Tecuapacho promovieron un amparo para que no se trastoque la autonomía de dicho Tribunal, en especial, respecto a la integración de su presupuesto y el manejo administrativo.
Al final, ese es el motivo de la pugna entre magistrados de ambos tribunales: el manejo de los recursos.
Aunque la reforma constitucional que dio origen al TJA establece que éste forma parte del Poder Judicial, dotado de autonomía técnica y de gestión en el ejercicio de sus atribuciones, para dictar sus fallos y establecer su organización, funcionamiento y procedimientos, no quieren estar supeditados a los designios ni de Maldonado Bonilla ni de los integrantes del Consejo de la Judicatura.
Son dos aspectos los que originan esta confrontación: la determinación de que el nuevo Tribunal asume como suyo al personal de la extinta Sala Unitaria Administrativa y la integración del anteproyecto de presupuesto del nuevo ente.
En el primero de los casos, los nuevos magistrados se ampararon en contra de la disposición de heredar trabajadores; ellos traen sus propios compromisos y propuestas para ocupar varios cargos, ello en contravención a uno de los artículos transitorios de la reforma constitucional que dio origen al TJA.
Éste ordena que los recursos humanos, financieros, materiales y presupuestales de la Sala Unitaria Administrativa pasarán a formar parte del TJA y personal adscrito a dicha Sala conservará y le serán respetados sus derechos adquiridos desde la fecha de su ingreso.
El segundo tema es presupuestal. Los magistrados del nuevo órgano, liderados por María Isabel Pérez González, aspiran a que les haga justicia la revolución, de ahí que al tratarse de su primer presupuesto, han hecho exigencias financieras que no han sido respaldadas por el Consejo de la Judicatura del Poder Judicial.
Extraoficialmente se sabe que su deseo es ganar muy bien en el cargo; presuntamente, han proyectado retribuciones que ni el próximo presidente de la República los tendría; para la presidencia del nuevo Tribunal proponen 171 mil pesos mensuales.
La pugna es por dinero y recursos, y la autonomía es el buen pretexto para litigar estas diferencias entre magistrados. Haber entre cuales leguleyos salen más argumentos.