Abusivas y muy opacas están resultando ya varias autoridades municipales que mantienen a sus Comunas como parcelas personales de poder, que parece usan el erario a discreción y para beneficio personal.
No son pocas las irregularidades que ya están siendo denunciadas y documentadas ante el Poder Legislativo y ante la Fiscalía Anticorrupción, porque en menos nueve meses de mandato, los munícipes ya están mostrando el cobre.
Los alcaldes de Comunas como Yauhquemehcan, Natívitas, Chiautempan, Xaltocan, Nopalucan, Teolocholco y Mazatecochco parece que se han despachado con la cuchara grande y con ello han violado diversas disposiciones constitucionales y legales, porque han dispuesto de recursos sin permitir que integrantes de sus cabildos revisen y verifiquen el destino del erario.
Los síndicos de las seis primeras Comunas han denunciado ante el Congreso del estado que sus alcaldes no les han permitido revisar la forma en que fueron ejercidos decenas de millones de pesos en el primer trimestre del año.
Dichas autoridades denunciaron, ante diputados, que los alcaldes no han permitido hacer observaciones al ejercicio de recursos, pues existen dudas sobre la plantilla de trabajadores y hay presunta existencia de aviadores; tampoco conocen las listas de proveedores y menos el tabulador de salarios, aspectos que son graves.
Llama la atención que aunque llegaron bajo la bandera y el cobijo de la triada del no robar, no mentir y no traicionar, los denunciados emanan de Morena y del Partido del Trabajo, los mismos que aseguraban que eran distintos a la mafia del poder y a los partidos de siempre.
En el caso de Mazatecochco, la mayoría de los munícipes desconocen la forma en que la presidenta municipal priista, Leandra Xicohténcatl Muñoz, ha dispuestos de varios millones de pesos, ya que el manejo financiero de la Comuna lo ha hecho al libre arbitrio, sin tomar en cuenta al cabildo.
El proceder de los presidentes municipales no solo está generando dudas por el posible desfalco a sus Comunas, sino también visos de ingobernabilidad, por lo que es necesario e impostergable que los diputados de Tlaxcala actúen conforme a derecho y sancionen las ilegalidades, pues en caso contrario, además de ser cómplices, contribuirían a generar un clima de hostilidad e ingobernabilidad que a nadie conviene.