Elías Dávila Espinoza, representante legal del Albergue La Sagrada Familia, lamentó y reprobó las agresiones por parte de migrantes contra un oficial del Instituto Nacional de Migración (INM), pero aseguró que esta casa no es cómplice ni encubridora.
La tarde del lunes pasado, durante un operativo del INM, un oficial resultó con heridas de gravedad en el cráneo y rostro, causadas por rocas lanzadas hacia él por miembros de un grupo de entre ocho y 10 personas que se encontraban en las vías del ferrocarril en la ciudad de Apizaco.
Este hecho “nos preocupa mucho”, por lo que esta casa colabora con la aportación de información al INM para contribuir en la investigación, concretamente en apoyo a la identificación de quien o quienes atacaron al servidor público, a efecto de que respondan por el delito cometido, señaló Dávila Espinoza.
El también sacerdote católico sostuvo que este en albergue “jamás somos cómplices, jamás encubrimos a nadie, en cuanto tenemos evidencia de un ilícito avisamos inmediatamente al Ministerio Público” para que intervenga.
Comentó que en fotografías se observa que algunas personas tienen piedras en las manos “pero nunca las avientan”; sin embargo, las autoridades correspondientes indagarán para deslindar responsabilidades en este caso.
Refirió que el ataque hacia los agentes del INM ocurrió en las vías del ferrocarril, a la altura de un boulevard, donde había presencia de alrededor de 50 migrantes que transitan por la zona, ya que no todos alcanzan a ingresar al albergue por falta de capacidad.
Reconoció que hay grupos “que son agresivos con todo mundo, pero no queremos que por unos paguen todos ni que se quede la idea de que el migrante golpea a los oficiales o hacen venganza”. Consideró que cada parte debe cumplir con lo que le corresponde sin alterar el orden ni ejercer violencia.
Cuando las personas centroamericanas llegan a este albergue —dijo— se les pide que respeten las leyes mexicanas y del estado, así como a la misma sociedad; “nosotros colaboramos para que a su paso por este territorio tengan un lugar donde descansar…hacemos una labor humanitaria, de lo contrario se haría un caos”.
“Lo que no queremos es que haya agresiones ni del INM hacia migrantes ni de estos hacia los agentes de Migración; no queremos que Tlaxcala siente un precedente por sucesos como los ocurridos el lunes pasado”.
Comentó que estableció comunicación con la representación de la delegación del INM en Tlaxcala, para preguntar sobre el estado de salud del servidor público agredido, ya que requirió de hospitalización debido a las lesiones.
Sin embargo, Elías Dávila remarcó que también es lamentable la violencia que se ha ejercido de manera sistemática en contra de la población migrante durante la trayectoria que sigue por el país para dirigirse a la frontera con Estados Unidos.
Sobre este caso, el INM emitió un comunicado de prensa en el que condenó lo sucedido e indicó que la intención de esta práctica fue impedir tareas de control y verificación.