Agua que produce granos y un sinfín de enfermedades. Así lo reporta el diagnóstico de la calidad del agua del río Zahuapan y sus afluentes. Los tres niveles de gobierno y la sociedad civil deben trabajar para recuperar el sentido original del significado de Zahuapan.
Las fuentes que alimentan el río Zahuapan se encuentran en la sierra de Tlaxco. De ahí baja para mantener la laguna de Atlangatepec y continuar su recorrido, de norte a sur, por toda la geografía del estado.
Por el tamaño de la superficie y el volumen de madera producido en especies como pino y oyamel, la región boscosa de Tlaxco es una de las más importantes para el aprovechamiento forestal con fines comerciales.
La disminución en el tamaño del bosque por su deforestación, impacta de manera importante en la captación de agua superficial y subterránea. Y, provoca la disminución, de forma progresiva, en los flujos de alimentación del Zahuapan.
A mediados de los 80 del siglo pasado la Asociación de Silvicultores de Tlaxco A.C., y en particular Juan Carlos Caballero, desarrolla un método de renovación silvícola, llamado Método Tlaxco (MT).
Un reporte de investigadores del Inifap informa en 2007 que “la respuesta de la regeneración resultó buena en al menos dos de las [tres] áreas estudiadas, con base en la densidad total de brinzales y el tiempo transcurrido después del tratamiento”.
Actualmente se interviene el río en el territorio que atraviesa la capital del estado. Por qué no se van más arriba y continúan el trabajo del Sr. Caballero e inciden en la recuperación natural del agua a través de la reforestación.
En náhuatl Zahuapan significa “agua que cura los granos”, la realidad muestra que hoy es el río que los produce. La otra intervención tiene que ver con las plantas tratadoras de aguas negras que producen las zonas metropolitanas de Tlaxcala y Apizaco.