Ante el escenario complicado que enfrentan los jóvenes en la búsqueda de empleo no sólo en el país sino a nivel mundial, este sector, considerado vulnerable en el diseño de políticas públicas desde el punto de vista de la academia, se enfrenta al problema de la oferta de trabajos ficticios a través de mecanismos que utilizan otros actores de la sociedad, como es el crimen organizado, para captar mano de obra. Por ello, es importante analizar desde el punto de vista académico cómo se establecen ese tipo de relaciones mediante las nuevas tecnologías para impulsar medidas preventivas.
Lo anterior lo dio a conocer el organizador del 9° Seminario Internacional sobre Estudios de Juventud en América Latina, Alberto Conde Flores, quien junto con el coordinador general del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias sobre Desarrollo Regional (Ciisder), José Alfonso Lima Gutiérrez, dio a conocer los pormenores de este evento académico que se realizará el 24, 25 y 26 de septiembre en la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Criminología de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx) y en el mismo Ciisder.
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En conferencia de prensa, Alfonso Lima mencionó que en la parte académica se estudia a la juventud como un grupo vulnerable en las políticas públicas y por ello el tema de juventudes se focaliza en algunos temas en particular en este seminario, uno de ellos es el “juvenicidio” que es muy grave por la tendencia creciente de niños y adolescentes que intentan resolver problemas de la manera más letal posible y “ese es un problema que se tiene que revisar más a fondo desde los estudios académicos”.
En tanto, Alberto Conde refirió que en los últimos 50 años académicos y académicas en México se han abocado a la juventud como objeto de estudio y a los jóvenes como sujetos de estudio, “justamente porque se han detectado infinidad de situaciones”.
Por ejemplo, agregó, “cuando hablamos del mundo rural se hablan de situaciones donde los jóvenes en la búsqueda de alternativas en pro de construir sus propias vidas”, muchas veces abandonan su lugar de origen porque buscan otras cosas.
Pero, advirtió, de la mano de las nuevas formas de comunicación hoy día se dan muchos estudios sobre qué ven los jóvenes y qué consumen los jóvenes para satisfacer los intereses personales que cada uno se construye en la cotidianidad.
“Se ha descubierto que hay algunos satisfactores que les causan ciertos beneficios y se ha descubierto que hay algunos elementos que les causan no muchos buenos beneficios. Últimamente, por ejemplo, en los medios de comunicación ha estado muy latente la invitación a trabajos vía redes sociales. Pero son trabajos ficticios, trabajos que no existen, mecanismos que utilizan otros actores de la sociedad, como es el crimen organizado, para captar mano de obra. Ante un escenario complicado que tienen los jóvenes en la búsqueda de trabajo, ya que no es un problema nada más de este país, es un problema mundial que los jóvenes adolecen de trabajo realmente satisfactorio hablando en remuneración económica y hablando en satisfacción personal, Porque a pesar de que se ha incrementado algún indicador en el trabajo, muchas veces ese trabajo sí es para jóvenes, pero es trabajo precario”.
Otro de los elementos que levanta mucha polémica y es foco de atención en muchos foros es la violencia, pues a los jóvenes normalmente se les ve como un sector vulnerable, sin embargo, los estudios de violencia están dejando entrever algunos detalles que tal vez es producto del tejido social que ha construido la sociedad hoy día.
“Tenemos jóvenes que son víctimas de la violencia, pero también tenemos jóvenes que son hacedores de violencia. Y jóvenes que recurren a la violencia como un mecanismo para obtener fines, como una forma para satisfacer ciertas necesidades. Son jóvenes que efectivamente están inmersos en un mundo social donde reproducen lo que aprenden”.
Entonces, “no queremos decir que son jóvenes buenos o son malos, simplemente este es el mundo en el que viven, es el mundo que se les presenta, y lo curioso en estos escenarios del mundo rural, de las tecnologías, el consumo cultural, la violencia, es cómo se entretejen las relaciones sociales entre distintas generaciones juveniles donde los más jóvenes conviven con los no tan jóvenes y con las otras generaciones, y como podemos ver hay una situación que causa interés por seguir estudiando a las juventudes”.
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Ahondó que hay muchos autores que manifiestan que los jóvenes son apáticos, que no les interesa nada en la vida, pero está la cara opuesta de que otros autores manifiestan que los jóvenes son actores centrales, son protagonistas en el quehacer de la sociedad de hoy día. “Yo estoy más convencido de esta segunda perspectiva, pues veo jóvenes que trabajan para sus comunidades, que trabajan en busca de solucionar y que además con el conocimiento que tienen hoy día en la sociedad pueden resolver cosas que los que ya no pertenecemos al rango etario de la juventud”.
Sobre el 9° Seminario Internacional sobre Estudios de Juventud en América Latina, ambos expusieron que se han conformado 13 grupos de trabajo que abordan estudios de juventud y violencia, de juventud y educación, de juventud y mundo rural, de juventud y tecnologías, de juventud y periodismo, entre muchos otros tópicos más que los especialistas en estudios de juventud manejan.
Además, se tienen previstas cerca de 250 ponencias y la visita de alrededor de 500 a 550 personas de distintas instituciones de educación, entre ellas ponentes de la Universidad Autónoma del Estado de México, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del Instituto Politécnico Nacional, El Colegio de Michoacán, El Colegio de México, El Colegio de la Frontera Norte; de instituciones extranjeras como la Universidad de Extremadura, la Universidad de Sevilla, de universidades de Colombia, de Ecuador y de Chile, entre otros lugares.


