Domingo, febrero 16, 2025

A propósito de las fechas conmemorativas del mes de octubre para las mujeres

Destacamos

Los impactos que la impunidad y la corrupción en la forma de atender a las mujeres, niñas y adolescentes sobrevivientes de la violencia son cada vez más preocupantes y extremos; durante las administraciones que han estado al frente del gobierno tlaxcalteca nos hemos encontrado con muy poca capacidad, interés y compromiso por atender los niveles de violencia que año con año van en aumento; pero sí hemos identificado mucha opacidad, permisividad y omisión por parte de las autoridades responsables de diseñar e implementar estrategias adecuadas, con presupuesto suficiente para ver reflejada la disminución de la violencia machista, no sólo en números, sino en la vida cotidiana.

Este mes se pinta de rosa por la lucha contra el cáncer de mama que a nivel mundial significa una de las primeras formas de pérdida de vida de las mujeres, el acceso a la información, la desmitificación de ciertas ideas o el machismo presente en muchos hogares, resta importancia a estrategias del cuidado de la salud de las mujeres, que sigue sin ser una prioridad tanto en las instituciones como en la población misma.

La concientización no debe limitarse a portar un lazo de cierto color, sino al acceso a la información, ¿qué acciones han creado y mantienen de forma constante las instituciones para que las mujeres puedan acceder a los servicios y derechos como la salud, justicia, educación, participación política y una vida libre de violencia?

Lo mismo ocurre con el día naranja que, como ya es tradición en las instituciones, se hacen presentes ante la violencia contra las mujeres, pero el resto del mes las mujeres siguen viviendo violencia institucional, reclasificando los delitos a otros que minimiza el grado de impacto en su vida o promoviendo la conciliación mediante “acuerdos” que sólo benefician a los agresores y “les ahorra tiempo” a las instituciones.

Si bien los lazos de ciertos colores nos vuelven a colocar sobre la mesa la importancia de dar seguimiento y observar los contextos, no se trata de hacernos presentes o visibles en ciertas fechas, deben ser realidades que respondan a una agenda política para atender los obstáculos de fondo que mantienen estas condiciones para muchas.

En este mismo mes se conmemora el Día Internacional de las Niñas, no se trata únicamente de promover el empoderamiento de las niñas, con frases positivistas, sino de cambiar, junto con ellas, sus contextos más cotidianos, sus comunidades y las estructuras institucionales para que puedan ejercer sus derechos desde el empoderamiento individual y colectivo.

Organizaciones y colectivas hemos compartido una fracción de las realidades que enfrentan las niñas y adolescentes en nuestro estado como parte de los impactos de las violencias que siguen presentes en todos los espacios; un número importante de mujeres menores de edad que siguen sin ser localizadas y que se encuentran en riesgo de ser víctimas de otros delitos que atenta contra su vida, su cuerpo y su bienestar. Tan solo en los últimos años, de 2020 a lo que va de 2023, siguen sin ser localizadas 135 niñas y adolescentes entre cero y 19 años de edad, estas edades representan el mayor porcentaje de las mujeres que siguen sin ser localizadas en nuestro estado, pero también las edades en las que más desaparición de mujeres se reportan, lo que refleja la falta de acciones de protección y seguridad para las mujeres y en especial para las niñas y adolescentes.

Lo que se declara en foros o postales no dan cuenta de los grandes pendientes y deudas que aún mantienen los gobiernos con las niñas en Tlaxcala, la violencia les atraviesa directamente de muchas formas, negarlo, ocultarlo o responsabilizar a las mismas niñas y mujeres solo impide el avance significativo que se necesita para modificar las condiciones en las que están creciendo. Aunque de manera general, ha pasado muy desapercibida esta fecha para las instituciones del estado, los pocos pronunciamientos que se hicieron van más enmarcados a celebrar las potencialidades, que a visibilizar lo que les impide desarrollarlas y comprometerse a modificarlas desde sus espacios y articulaciones interinstitucionales.

Otro gran pendiente que nos recuerda este mes que termina es la garantía de la participación política de las mujeres en condiciones de igualdad, sin simulaciones, desde la construcción de una agenda creada por y para las mujeres, con el compromiso institucional y social de modificar las estructuras y prácticas que obstaculizan el ejercicio real de las mujeres en el ámbito público.

Las herramientas que deben acercarse y facilitar a las mujeres deben estar planeadas desde la infancia y en lo cotidiano; pues como ejemplo, podemos revisar la cobertura de la contienda para la gubernatura de nuestro estado en 2021, a pesar de ser seis mujeres y un hombre quienes buscaban la primera magistratura del estado, la gran mayoría de medios de comunicación hacía referencia a “los candidatos”, desde el lenguaje existe una terrible invisibilización de las mujeres en estos espacios, normalizando que no es el espacio al que pertenecemos.

Además, se suma la reacción de partidos políticos que han mantenido una postura de resistencia ante las acciones afirmativas que se han establecido para el adelanto de las mujeres y contrarrestar (un poco) las condiciones de desigualdad que han impedido a las mujeres ocupar cargos de toma de decisión, sin estar al servicio de un sistema falocéntrico o continuar con el pacto patriarcal que, sin importar el tener cuerpo de mujer, mantienen las prácticas de discriminación, desigualdad e invisibilización hacia las mujeres.

En palabras de Marcela Lagarde, “si arriban a los espacios políticos mujeres con conciencia, tradición y acciones políticas de género, su presencia y participación contribuye a llevar a la esfera de la política, las necesidades, las aspiraciones, los intereses, las denuncias y las propuestas de mujeres que construyen alternativas sociales. Esa amalgama de elaboraciones es convertida en agenda política y las mujeres aparecen con un perfil político específico del género”, lo que requiere un cambio en la forma de ver y hacer la política; un curso sobre la construcción del discurso y la imagen no impacta en las causas reales y profundas de estos obstáculos que, precisamente, ha impedido el avance en otros temas como la salud de las mujeres y la seguridad de niñas y adolescentes que pinta de colores a las instituciones este mes.

*Colectivo Mujer y Utopía

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