Domingo, octubre 13, 2024

59.9% de alumnos de secundaria y bachillerato ha probado alcohol: Sesa

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En Tlaxcala, el 59.9 por ciento de la matrícula de los niveles de secundaria y bachillerato ha consumido alcohol por lo menos una vez en su vida, lo que coloca al estado muy por arriba de la media nacional, mientras que en el caso de los alumnos de quinto y sexto grado de primaria que han experimentado con bebidas embriagantes, el indicador es más alarmante.

En tanto, la entidad también se ubica entre los primeros lugares en el consumo excesivo de alcohol, que para el caso de los hombres es de más de cinco copas en un periodo de hora y media y de más de tres en cuanto a mujeres.

Así lo refirió el coordinador estatal del Programa de Salud Mental y Adicciones de la Secretaría de Salud (Sesa), Óscar Acosta Castillo, quien alertó que si no se aplican medidas de prevención y de atención a esta problemática, en el futuro inmediato no habrá infraestructura suficiente para atender a los pacientes de alcoholismo.

En rueda de prensa, en la que estuvo acompañado de Luz Gabriela Hernández Flores, presidente de la Junta de Servicios Generales Alcohólicos Anónimos (AA) de la sección México, el funcionario también observó que el alto consumo de alcohol en la entidad se debe a que las autoridades estatales y municipales no aplican la ley para sancionar a los establecimientos que venden esa sustancia a menores de edad.

Refirió que de acuerdo con estadísticas nacionales, el 59.9 por ciento de alumnos de los niveles de secundaria y preparatoria ha consumido alguna vez en su vida una bebida embriagante.

“Esto está sucediendo por dos razones, si nosotros hacemos actividades de prevención y de tratamiento en alianza o acompañados de otras asociaciones civiles o de otras estrategias como AA, pero no se regula el control de la oferta de estos productos es muy probable que lleguen a mano de los jóvenes de manera directa. Es decir, no existen sanciones a establecimientos, tienditas, negocios que expiden alcohol a los menores de edad, a pesar de que es un delito”.

Por eso, advirtió, tenemos un problema en verdad grave, pues “si un joven alcanza la edad adulta ya con dependencia al alcohol va a tener una enfermedad que lo va a matar, es decir, que le va a generar un nivel de vida bajo y con el paso del tiempo lo va a conducir a la muerte”.

Tlaxcala, abundó, también está por arriba de la media nacional en cuanto al consumo excesivo de alcohol, pues en el caso de los hombres es de más de cinco copas en un periodo de hora y media y de más de tres en cuanto a mujeres. “Esta problemática está asociada a embarazos no deseados, a conductas erótico sexual riesgosa, a deserción y bajo rendimiento escolar, a ausentismo laboral, a violencia intrafamiliar, a primodelincuencia, entre otras”.

Pero, alertó, la entidad está muy por arriba de la media nacional en experimentación de alcohol en niños de quinto y sexto grado de primaria, “uno dirá por qué está sucediendo esto si tenemos 177 unidades de primer nivel que detectan el uso y abuso de esta sustancia, tenemos un programa fijo en la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPE) que da información constante de las consecuencias del alcohol y si tenemos 120 grupos de hora y media de sesión que hacen promoción, prevención y tratamiento.

Establecimientos venden alcohol a menores de edad

“Pero le faltan dientes a las autoridades locales y municipales para detener la oferta excesiva de bebidas embriagantes a los niños, si un menor va a una tienda es muy fácil que le den la sustancia, porque no existen autoridades que detenga esta problemática”.

Acosta Castillo advirtió sobre tres factores que pueden generar un mayor consumo de alcohol entre los menores de edad, primero la normalización histórica del producto, “porque tenemos años y siglos arrastrando el consumo inmoderado”.

En segundo lugar, existe una baja percepción del riesgo en el consumo de bebidas embriagantes porque está en los medios de comunicación masiva, en las fiestas, en las ferias patronales y en los eventos deportivos “y si está ahí es muy probable que no sea malo. Un joven se guía de acuerdo con lo que percibe antes de informarse de manera científica”.

Y en tercer lugar, indicó, en Tlaxcala existe una oferta de bebidas embriagantes no controlada por los municipios. “Si nosotros juntamos estos tres factores, el aumento del consumo y abuso del alcohol en menores de edad va a seguir continuando. Por lo tanto, tenemos un problema a nivel nacional de consumo excesivo en secundaria y bachillerato y tenemos un problema de inicio de consumo y consumo excesivo en el quinto y sexto de primaria”.

Ante ello, el funcionario de la Sesa propuso como medidas de prevención, la realización de acciones conjuntas de prevención y fortalecer alianzas entre organismos y dependencias para homologar criterios sobre cómo llegar a las personas y sensibilizarlas sobre esta problemática que ataca a tantos tlaxcaltecas.

Además, impulsar acciones de tratamiento y conjuntar la filosofía tan exitosa de los 12 pasos de AA con los servicios profesionales que se ofrecen a través de las dependencias facultadas.

Y, finalmente, acciones de vigilancia y sanción a establecimientos que venden este tipo de sustancias a menores de edad. En este punto, Acosta Castillo fue enfático al señalar que “este es un llamado a los municipios”.

“Solamente de esta manera vamos a abatir este problema y vamos a impedir que sea un problema insostenible en años futuros. Si toda esta población de infantes y adolescentes alcanza la vida joven adulta ya con dependencia a la sustancia, no existe infraestructura de salud, ni existirá, que pueda contra tantas personas con problemas derivadas del consumo del alcohol”.

Por su parte, la presidente de la Junta de Servicios Generales Alcohólicos Anónimos (AA) de la sección México, Luz Gabriela Hernández Flores reconoció que, desgraciadamente, los problemas de alcoholismo han ido aumentando tanto en la población infantil como en la juvenil y también en las mujeres.

Recordó que el pasado 10 de junio AA cumplió 81 años de existencia a nivel mundial. En México, comentó, no se tiene membresía a esta organización, pero sí un registro de 25 mil alcohólicos anónimos en los 25 mil centros de atención AA.

Previamente, el funcionario de la Sesa hizo una recuento de cómo surgió el consumo del alcohol como sustancia adictiva en Tlaxcala.

“Esto inicia y se retoma desde épocas inmemoriales, prehispánicas, el consumo del alcohol, específicamente del maguey se inicia en comunidades de la región de Apan y Tlaxcala en Natívitas, sin embargo, era un consumo netamente ritualista”.

Desde entonces, abundó, se manifiestan dos comportamientos, el de uso con fines ritualistas y el de abuso, que era mal visto por la cosmovisión prehispánica.

La situación cambia a finales del siglo XIX, pues en la época colonial y de la Reforma se genera una oferta y demanda muy conveniente para algunos y no tanto otros, pues se crea la aristocracia pulquera, “que era una serie de hacendados que producían, procesaban y distribuían a las más de 2 mil pulquerías del centro del país esta bebida.

“Se generaron dos patrones, el que la produce que generalmente no la consume, pues es una persona de un estrato social alto, y el que la consume que normalmente es el jornalero que trabaja en las haciendas y que termina siendo dependiente de una sustancia y discapacitado por una enfermedad crónico degenerativa primaria”.

Así sucede en toda la época colonial y en el primer siglo de Independencia del país, hasta que llegan, en el siglo XX, las grandes empresas transnacionales que empiezan a ofertar de manera masiva la cerveza en todos los rincones del país y se comienza a generar un ciclo económico otra vez muy virtuoso para grandes empresarios, pero poco favorable para las personas que terminan dependiendo de una oferta.

“Entonces, por un lado tenemos los grades empresarios que ofertan una sustancia que a la larga y a mediano plazo va a generar una enfermedad crónico degenerativa y, por otro lado, población de clase media y baja que va a comprar el producto, es decir, no se ha terminado este ciclo que comenzó hace mucho tiempo”.

“Actualmente estas grandes empresas generan grandes cantidades de dividendos y tienen habilidades mercadotécnicas y estratégicas, incluso políticas, para ir generando mayores ganancias a sus mismos bandos. Actualmente, el consumo de alcohol y tabaco obedece a varios factores, sociales y culturales que tienen impacto en la psique del consumidor”.

Explicó que utiliza la palabra consumidor “porque eso es lo que empieza a ser una persona que termina siendo dependiente y enfermo del alcoholismo, no un ciudadano que elige libremente, sino una persona que se ve arrastrada por las estrategias de estas empresas transnacionales. Gracias a esas cuestiones, en Tlaxcala se está llevando a un problema de consumo, sobre todo en niños y adolescentes”, indicó.

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