“Madre, yo al oro me humillo:
él es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado
de continuo anda amarillo.
Que pues doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero.”
“Poderoso caballero es don Dinero”
Francisco de Quevedo (1603)
Un anhelo muy antiguo, documentado...