Es un hecho que mañana iniciará en Puebla el desconfinamiento gradual y paulatino después de 5 meses de cuarentena. El propósito no es otro que ir reactivando la economía, pues muchos negocios han quebrado y otros se encuentran en las últimas.
El gobernador, Luis Miguel Barbosa Huerta ha sido enfático en todo momento en que no hay condiciones óptimas para reanudar las actividades públicas, pero también ha reconocido que es necesario que la economía vaya adquiriendo vigor para evitar más pérdidas.
Gimnasios, teatros, cines y locales similares no podrán abrir y en el caso de las plazas comerciales se establecerán aforos, que de ser rebasados acarrearán la clausura inmediata, según advirtió ayer el mandatario estatal.
Debe quedar claro que el peligro de contagio de coronavirus no ha pasado y que hasta ayer Puebla seguía en semáforo rojo, es decir, en el punto más alto de la curva de la pandemia.
Por lo anterior es necesario que no se tome este desconfinamiento con irresponsabilidad y se extremen las medidas de sana distancia e higiene que se han recomendado por parte de las autoridades sanitarias para evitar ser víctima del Covid-19
De no actuar con el debido cuidado, el efecto puede ser totalmente contraproducente, porque si los casos de coronavirus vuelven a dispararse es de esperarse que el gobierno estatal vuelva a determinar el regreso al confinamiento voluntario y el costo de este esfuerzo no solo será vano sino contraproducente.