Restauranteros poblanos volverán a permitir fumar en sus establecimientos, luego de que la cámara de este ramo ganó un amparo en la Ciudad de México en contra del decreto por el que se reforma el reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco, mismo que ya no permitía desde el pasado 15 de enero consumir cigarrillos en este tipo de comercios.
Así lo dio a conocer Carlos Azomoza Alacio, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en el estado de Puebla, quien refirió que la representación nacional de esta agrupación obtuvo una suspensión definitiva concedida por el Décimo Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito.
Esta ampara a todos los establecimientos agremiados en el país y, en el caso de Puebla son poco más de mil afiliados, aunque se estima que solo 10 por ciento será beneficiado, porque son los que ya contaban con área de fumadores y no fumadores.
“A partir del 13 de julio se ganó una suspensión definitiva para que todos los restauranteros y restauranteras afiliadas a la Canirac pudieran ya hacer uso de sus áreas de fumar, esto es para todos los restaurantes del estado y también para toda la república…tienen que estar afiliados y todos sus permisos en orden, todos tienen que estar en regla, con sus cuotas al corriente”.
Añadió que los agremiados pueden acudir directamente a las oficinas de Canirac en la ciudad de Puebla y en menos de 24 horas les entregarán la documentación que los protege.
El dirigente recordó que de manera individual, alrededor de 50 restaurantes en territorio poblano ya habían tramitado sus amparos, en algunos casos les dieron la suspensión definitiva y en otros provisional.
Según las estimaciones de Canirac, desde que comenzaron a aplicar los cambios en el reglamento, los negocios del ramo de alimentos registraron baja de hasta 40 por ciento en sus ventas, ya que se prohibía servir comida o bebidas en las zonas en donde de manera simultánea se pudiera fumar.
La restricción, según lo declaró en reiteradas ocasiones Carlos Azomoza, ocasionó que los comensales ya no se quedaran a la sobremesa ni a consumir algo más, porque no podían fumar.
Por esa razón, añadió, los clientes preferían irse a su casa o a establecimientos clandestinos que no respetaban los lineamientos del reglamento.
Consideró al haber establecido la prohibición de fumar, aun con áreas exclusivas para hacerlo, se discriminaba a las personas que gustan de consumir tabaco porque para hacerlo tenían que salir a la vía pública.
También manifestó que los restauranteros se encontraban en desventaja, debido a que ellos son vigilados por las autoridades, mientras que estas omiten hacer lo mismo en tianguis o mercados, donde no hay restricción alguna para fumar.