Soy la primera autoridad en ponerle un alto a la violencia heredada desde el régimen neoliberal, subrayó Claudia Rivera Vivanco, durante su último mensaje público como presidente municipal de Puebla.
Al concluir la última sesión de cabildo presidida por la edil de extracción morenista, sostuvo que ha valido la pena cada uno de los ataques e insultos por las decisiones tomadas, algunas de las cuales “no fueron comprendidas”.
“Hemos sido la administración municipal que nos ha tocado enfrentar la violencia política mediática y la violencia política de género en múltiples ocasiones instaladas en el corazón de las instituciones democráticas. Todas estas inercias nos llevaron a emprender acciones legales que no siempre fueron comprendidas”.
Sin embargo, sostuvo que era necesario actuar de esta manera para evitar que en el futuro se vuelvan a registrar prácticas de misoginia y machismo.
“Confiamos en las instituciones y nos inconformamos para que nunca más las instituciones sean utilizadas con intereses mezquinos y a modo de revanchas”, subrayó.
Claudia Rivera expuso que su administración fue la más revisada, pese a lo cual nunca se encontró nada que fuera indicio de corrupción.
“Ha valido la pena cada insulto, cada golpe y cada ataque. De ese tamaño es el miedo de que la transformación en México y Puebla es irreversible. Despertó la conciencia del pueblo de Puebla y no se permitirá que nunca más se le quiten los espacios de poder que se lograron”, acotó.
Expuso que persiste la idea de que solo los integrantes de algunas familias son quienes tienen derecho a los espacios de poder y toma de decisiones.
“Hubo una resistencia al ser un gobierno emanado del pueblo, porque no pertenecía a la política tradicional. El viejo sistema sigue creyendo que únicamente una casta política era la única que podía ocupar estos lugares. Nosotros venimos del pueblo, servimos al pueblo y seguiremos luchando desde el pueblo”.
Destacó que su administración no cedió a los chantajes y presiones políticas como lo establecía la “norma no escrita” del régimen político poblano.
“Los cimientos que nos han tocado colocar para romper esas prácticas dañinas en un corto plazo serán valorados. Los costos podrán ser elevados pero han valido toda la pena”.
Agregó que entrega un gobierno con “finanzas robustas” y sin “deuda pública”, al cual le tocó emprender la lucha contra la discriminación y establecer el primer gabinete paritario del municipio.
“Comprendo la necesidad permanente de ser objeto de críticas y descalificaciones por parte de un pequeño grupo que perdió sus privilegios pero jamás emprendí revanchas y persecuciones políticas”, acotó.