Si pudiéramos resumir la procesión de los engrillados de San Francisco, la más antigua de este municipio, dos conceptos saltarían a la vista: la mezcla de un asunto religioso con el ánimo turístico, en conjunción con el arte efímero callejero resultado de la capacidad de hacer comunidad en uno de los barrios más populares de esta mancha urbana.
Alicia Garcés Guzmán, coordinadora del grupo de engrillados de Atlixco del exconvento de San Francisco, comentó para este 2025 serán 35 las personas quienes saldrán a caminar las calles en este viacrucis.
En cuanto al recorrido, prácticamente será el mismo de cada año. El encuentro será en el atrio del exconvento de San Francisco. De ahí saldrán alrededor del mediodía por la circunvalación Tláloc, pasando por la calzada 16 de Septiembre para salir a la avenida Hidalgo.
El trayecto continúa hacia la 9 Sur, luego a la 5 Poniente, cruzando a la 3 Poniente y saliendo a la 15 Sur. Finalmente regresan por la avenida Hidalgo y 13 Norte, hasta llegar nuevamente al punto de partida en San Francisco.
Sobre la preparación de los engrillados, Alicia explicó: “De hecho nos reunimos mucho antes de la llegada de la Cuaresma para proporcionar a los participantes una preparación espiritual con pláticas y, desde luego, física. También incluye un acercamiento a la confesión para finalmente recibir la eucaristía”.
La invitación a los asistentes es permitir todo se realice sin inconvenientes y conforme a los planes.
“A veces terminamos pidiéndoles hacerse a un lado para no lastimar a los muchachos”, puntualizó.
Más claro: unirse a vivir el viacrucis con el debido respeto. Se trata de meditar, escuchar y responder en cada estación. No olvidemos es una mezcla entre el tema religioso y turístico.
Héctor Millian Téllez, parte del equipo de coordinación del evento, compartió: “Una de mis tareas principales es las calles por donde pasa este viacrucis estén completamente tapizadas con alfombras de aserrín o flores, con figuras alusivas a la Semana Santa. En ese sentido, ya estamos listos como cada año para pintar y cernir. Todos los vecinos ya estamos avisados y convocados. Seguimos haciéndolo con fe y devoción. Sin duda, hablamos de un arte efímero creado de un momento a otro”.
La forma y el material de los tapetes depende de la capacidad de organización de prácticamente cada calle. En sí, los originales son de flor, pero desde hace algunos años tomó fuerza el aserrín. El recorrido es de aproximadamente un kilómetro y medio.
Los engrillados de Atlixco representan una tradición de más de 106 años, donde hombres —y en algunos casos mujeres— se flagelan, cargan cadenas pesadas de aproximadamente 40 kilos y se insertan espinas en el cuerpo durante la Semana Mayor. Esto como forma de purificación de pecados o agradecimiento a Dios. Esta práctica se lleva a cabo el Viernes Santo y es una de las expresiones más profundas de fe y devoción en la región.
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