Ignacio Lozano, mejor conocido por Nacho Lozano, es
un periodista que ha incursionado en todas las facetas del
periodismo: radio, medios impresos y televisión.
En esta última tarea, estuvo un tiempo en un programa
de revista que lo mismo daba noticias diferentes que paso a
la polémica con voces muy diversas a las habituales en la
mal llamada Caja Idiota.
Pero además, involucraba al equipo que lo ayudaba a
realizar el matutino, lo mismo al camarógrafo que al
iluminador, haciendo un ejercicio para mostrar que todos
son parte esencial en el trabajo de un programa televisivo, e
incluso que muchos de los trabajadores que
frecuentemente no aparecen en pantalla tienen no sólo un
papel esencial en la elaboración del producto, sino que en
muchas ocasiones saben más que las grandes estrellas; es
decir, Lozano entendió que un producto es realizado por
todos los que los elaboran.
¡Bien por el buen Nacho!
Hace poco salió a las librerías un nuevo libro de este
periodista en serio, con el título: Queremos mota (Editorial
Grijalbo), una exigencia de las juventudes del mundo, la cual
en México ha sido aparentemente legalizada pero es objeto
de la represión, extorsión y castigo de las autoridades para
sancionar a los jóvenes.
Hemos visto una buena cantidad de marchas de los mal
llamados motorolos, varias de ellas organizadas por el
fallecido Carlos Martínez Rentería, que además la
recomendaba ampliamente en su revista Generación.
Pero a pesar que esta yerba muy estimulante y
curativa- mi abuela la ponía en alcohol y en las noches se la
frotaba en sus piernas para evitar los dolores de las reumas,
por ejemplo-, continúa siendo no sólo controlada
malamente, sino parte de la extorsión de policías y
miembros del poder judicial frecuentemente.
En 2017, el Diario Oficial de la Federación, consideró
que los poseedores de la también llamada: juanita, podían
tener su dosis individual sin mayores problemas.
Pero como siempre, la legislatura tan falta de interés
para posibilitar que nadie sea sancionado si es un fumador
habitual o la usa para actividades recreativas o curativas
(evitar el insomnio, por ejemplo), no la ha legalizado
plenamente.
Mientras que en más de la mitad de los estados de los
Estados Unidos, uno puede acudir a establecimientos para
adquirir esta planta tan codiciada.
Hay que recordar que en el gobierno de Lázaro
Cárdenas (1940), gracias a la posición del doctor Leopoldo
Salazar Viniegras, se abrieron establecimientos para vender
la hoja verde.
Aunque después, debido a las presiones de nuestro
vecino del norte, se prohibió su uso y consumo. Algo que
aumentó en la época de Richard Nixon, gobernante
estadounidense que en 1971 inició el combate contra las
mal llamadas drogas.
Estamos ahora, en México, en una situación
ambivalente, ya que es legal a medias, hasta que la Cámara
de Diputados expida la ley abierta y reglamentaria.
En el texto de Nacho Lozano podemos leer anécdotas
graciosas, amargas y singulares del uso de esta planta tan
usada en México por siglos.
Y en la página 120, dice Nacho Lozano: “El Premio
Nobel de Literatura Octavio Paz publicó Corriente Alterna,
donde explora el uso estético de las drogas. Paz escribió un
poema sobre un grupo de jóvenes, trepados en una
pirámide de Teotihuacán y donde la mariguana es
protagonista, se llama Himno entre ruinas”.
Importante y gran libro cuyo título: Queremos mota,
es una exigencia a las autoridades para que se dejan de
vaciladas y cumplan con sus obligaciones.
@jamelendez44