El pasado domingo 19 de mayo el Comité de Ordenamiento Territorial Integral de Cuetzalan (COTIC) aprobó la actualización del Programa de Ordenamiento Ecológico Local del Territorio del Municipio de Cuetzalan del Progreso (POELTMC) que en las próximas semanas deberá enviarse al ayuntamiento para su ratificación en plenaria del cabildo de ese municipio y rechazó el Plan Municipal de Desarrollo Urbano promovido por el ayuntamiento y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial de Puebla, ya que contraviene la gestión compartida de los usos de suelo, promoviendo grandes negocios turísticos e inmobiliarios.
Lo anterior resulta muy preocupante, ya que el POELTMC ha significado, desde su aprobación en 2010, un instrumento para enfrentar el deterioro y la preservación de los ecosistemas para garantizar la vida y los recursos de las comunidades. Derivado de un ejercicio participativo único, producto de la colaboración y participación del Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder) de la BUAP y las organizaciones comunitarias y de productores, junto a otros actores sociales y el ayuntamiento permitió que fuesen regulados los usos de suelo en beneficio de las necesidades de las comunidades y sus habitantes.
Nuevas problemáticas socioambientales y territoriales requirieron la actualización del programa aprobado hace ya casi 14 años para delimitar las actividades que se pueden realizar o no en Cuetzalan y frenar la privatización los recursos comunes. Sin embargo, el Plan Municipal de Desarrollo Urbano, promovido actualmente por el ayuntamiento de Cuetzalan, sin coordinación ni acuerdo con el COTIC, de aprobarse y aplicarse daría luz verde a corredores inmobiliarios, grandes hoteles, casinos, centros comerciales y hasta campos de golf. Por ello, el COTIC en asamblea decidió, por unanimidad, emprender acciones legales para evitar la imposición, del PMDU al considerar que podría ser violatorio al derecho de libre determinación de su pueblo y territorio.
Cuetzalan no es el único caso en que los pueblos se organizan para la defensa de sus territorios frente al embate de la expansión y los negocios inmobiliarios. Por ejemplo, los pueblos originarios de San Andrés Cholula se encuentran en una disputa con el ayuntamiento por el PMDU y la exclusión de la propuesta estratégica que los siete pueblos elaboraron para ser incorporada en el programa municipal en busca de preservar sus territorios y su propia existencia frente a intereses inmobiliarios.
Los PMDU se han convertido en un instrumento para legalizar la apropiación territorial de las zonas rurales para los negocios inmobiliarios. En este caso y a diferencia de Cuetzalan que cuenta con un instrumento legal para defender el territorio es la movilización de los siete pueblos originarios organizados los que enfrentan y buscan frenar la desenfrenada expansión urbanizadora.