Luego de más de 30 horas de ser parte del retén que mantuvieron pobladores de San Juan Mazatlán y Matías Romero, en Oaxaca, y de incluso correr el riesgo de que su carga fuera saqueada por los manifestantes, los apoyos y despensas que universitarios de la UAP enviaron hacia San Pedro Pochutla llegaron y fueron entregados a sus destinatarios.
Este domingo 5 de junio, pese al cansancio y la tensión de lo ocurrido horas atrás, para los universitarios la jornada fue de trabajo: repartir las más de 130 despensas al mismo número de familias de la localidad de Arroyo Cruz que sufrieron los estragos causados por Agatha, el huracán que días atrás causó daños en 26 municipios de la Costa de Oaxaca, mismos que fueron declarados por el gobierno como zona de emergencia.
Más que borrar la mala experiencia vivida entre las barricadas y el retén ocurridos entre San Juan Mazatlán y Matías Romero, que los llevó a estar detenidos en este tramo de la carretera transísmica con otros cientos de automóviles y tráileres desde las 14 horas del viernes 3 de junio y hasta las 21 horas de este sábado 4, para el equipo universitario la entrega de las despensas significa satisfacción.
“Más que borrar –la mala experiencia- estamos tranquilos. Significa decir: ya entregamos lo que teníamos que hacer, en seis horas, entregamos despensas en la comunidad casa por casa, diciendo que éramos de Puebla”, dijo uno de los enviados por el Centro Universitario Para la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder), encargado de la convocatoria que atendió la comunidad universitaria.
Para ellos, apunta, fue significativo ver los daños y la destrucción que dejó Agatha en esta comunidad: viviendas humildes de las que fueron arrancados sus techos de lámina, los cuartos inundados de lodo, caminos desechos, montañas deslavadas y familias que perdieron parte o todas sus pertenencias, lo mismo animales de traspatio que enseres y utensilios de casa.
En la localidad de Arroyo Cruz, señala, ya han llegado algunos apoyos y despensas municipales y de la Cruz Roja, además de las enviadas por la UAP. A la par de alimentos no perecederos, la necesidad de las personas radica en reconstruir sus viviendas, por lo que se requieren láminas de asbesto y algunos otros elementos de construcción.
Si bien la reflexión se decantará poco a poco, los universitarios señalan que hay sensibilidad por lo sucedido a la población y sobre todo por su actitud: “Explicamos que no nos iba a alcanzar para todos, pero que estábamos tratando de distribuir lo mejor que se pudiera, y la gente entendía que había alguien que quizá lo necesitaba todavía más, y eso nos deja sensible sobre la situación de las personas, de familias que perdieron y viven con otras”.
Ahondó que, incluso, vecinos se han organizado de manera solidaria reuniendo productos y víveres para su propia comunidad, en una acción que deja ver el compromiso que se tiene hacia los demás.
Destaca que el viernes 3 de mayo, alrededor de las 14:30 horas, la camioneta universitaria transitaba por la carretera transísmica que los llevaría a San Pedro Pochutla para entregar los apoyos reunidos por la comunidad universitaria.
Fue a la altura del hotel Santa Teresa cuando se percataron que había una fila de tráileres y automóviles detenida por la barricada que la gente de la comunidad San Juan Mazatlán mantenía por lo menos seis días atrás, como parte de la exigencia de recurso del llamado Ramo 33, del cual se decía que no había llegado o bien que éste sí había llegado pero había sido retenido por la autoridad.
Según constó en medios digitales locales, un vehículo fue incendiado como una medida de presión a sus demandas. Horas después pobladores inconformes de San Juan Mazatlán convinieron abrir la barricada solamente durante una hora, con la consigna de cerrar nuevamente sino se cumplía con la entrega de los recursos.
Fue por fin la noche de este sábado 4 de junio alrededor de las 20:50 horas, después de más de 30 horas de estar varados en la carretera y con el riesgo de ver sustraídas las despensas, que la camioneta universitaria logró cruzar la barricada que habían instalado los inconformes y que los llevaría, cuatro horas y media después, a arribar a San Pedro Pochutla.