Correos de México, antes conocido como Servicio Postal Mexicano (Sepomex) es un organismo descentralizado y autónomo que a corte de junio de 2023 cuenta con mil 329 oficinas de atención al público, 72 de atención a clientes corporativos y de enero a junio del 2023 ha repartido 190 millones 17 mil 403 piezas o paquetes.
Su importancia estratégica para la comunicación y conexión entre entidades y municipios se mantiene por medio de 12 mil 494 trabajadores de los cuales, 7 mil 54 son carteros.
Aunque la era digital redujo abruptamente el intercambio epistolar, Correos de México entrega documentos, catálogos, revistas, regalos o avisos. Además, el envío de cartas y paquetes puede hacerse a 191 países.
“Una carta era pretexto para la charla y el juego, para la reflexión que matiza y la confesión que tiene largas consecuencias; para, en fin, la levedad y la profundidad. Era también el espacio del acuerdo cotidiano y de las aclaraciones más bien urgentes” Alberto Vital.
Actualmente en México existen diversas empresas privadas como DHL, Fedex, Amazon, Estafeta, Redpack o Mercado Libre que han entrado al mercado de envíos de piezas o paquetes en México. A pesar de que el propio Estado Mexicano considera como estratégico estos servicios, los privados han hecho competencia desde las últimas décadas del siglo XX a Correos de México.
De acuerdo a las tarifas de cada una de las empresas y del organismo público (Correos de México), es el segundo el que ofrece una tarifa más económica por lo que, pequeños y medianos negocios lo utilizan para realizar envíos de paquetes a otros estados o municipios. Lo que refleja la importancia de mejorarlo.
Según investigaciones compartidas por la titular de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación (DGTIC) de la UNAM, Marcela Peñaloza, Mtra. en Ciencias de la Computación, asevera que Correos de México puede adoptar políticas públicas como en Costa Rica, donde la renovación del pasaporte se hace en línea y la entrega física del documento es vía postal. Asimismo, se surten las recetas médicas de los adultos mayores por este medio.
Además con respecto al cuidado del medio ambiente, Peñaloza señala que la huella ecológica del correo físico es menor a la del correo electrónico porque la inmensa cantidad de emails que se envían al día estaría produciendo el bióxido de carbono equivalente a tener siete millones de autos más en las carreteras del mundo, cada año.
Asimismo, sostiene que la privacidad de datos personales es más segura y garantizada. Por lo anterior, la investigadora concluye que la era digital no ponen en peligro la subsistencia de Correos de México y abre áreas de oportunidad para su continua mejora.
Antecedentes de Correos de México
El Servicio Postal Mexicano se estableció el 21 de febrero de 1856 cuando se ordenó usar estampillas postales para enviar correspondencia y se institucionalizó en 1884 cuando entró en vigor el Código Postal de los Estados Unidos Mexicanos, así como el primer Reglamento y Manual de Organización de la Administración General de Correos, ambos publicados por el presidente Manuel González (1880-1884).
Este mecanismo de comunicación ha existido en el territorio de Mesoamérica desde antes de la colonia ya que, el imperio mexica tenía un sistema a través de los mensajeros que recorrían grandes extensiones territoriales para comunicar las noticias y cada uno recibía una nominación distinta dependiendo del mensaje que llevara consigo mismo.
A partir de la conquista, se introdujeron caballos y carretas tiradas por bueyes para establecer un sistema de envío de correos, a la par que se mantuvieron los mensajeros indígenas. En 1579, Felipe II emitió un decreto para crear el Correo Mayor de Hostas y Postas de la Nueva España.
Durante 178 años el servicio postal se mantuvo en manos de los privados sin embargo, con las reformas borbónicas (siglo XVII) se estableció que dicho servicio era estratégico para la corona española por lo que el último delegado como Correo Mayor, Antonio Méndez Prieto y Fernández, entregó el Oficio del servicio al Estado el 1 de julio de 1766.
En el México Independiente, desde mediados del siglo XIX el gobierno clasificó al sistema postal como un sector estratégico y reservado en forma exclusiva al Estado y así quedó consagrado en la Constitución de 1857.
Unos años después, durante la dictadura de Porfirio Díaz se decretó la creación de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (1891) donde el servicio de correos quedó bajo la dirección de dicha dependencia.
Antes de que estallara la revolución, el servicio postal mexicano contaba con mil 742 oficinas y movía por todo el país, por lo menos, 130 millones de paquetes. Después del estallido de la lucha armada de 1910, el servicio cambió de nombre y estructura constantemente pero no dejó de realizar su labor de manejar y entregar la correspondencia.
En 1958 el servicio postal pasó bajo la titularidad de la recién creada Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) la cual estableció un Programa de Correos (1964 a 1970) para conocer el mercado, el volumen de operaciones y las características de la administración del correo a lo largo y ancho del territorio nacional.
Años después, el 20 de agosto de 1986 nació el Servicio Postal Mexicano (Sepomex) como un organismo descentralizado que no quedó supeditado jerárquicamente a ninguna otra entidad de carácter gubernamental pero, sí se estableció que sus actividades y servicios quedarían bajo la regulación, inspección y supervisión de la SCT.
Finalmente, en 2008 su nombre fue modificado a Correos de México para sintetizar la historia del servicio postal mexicano.