A la mitad del camino, Andrés Manuel López Obrador presumió siete asuntos que son muy acordes con las políticas de organismos como el FMI, el cual nos dará más de 12 mil millones de dólares para nuestras urgencias.
Ellas son récords en nuestro país, al decir del Ejecutivo: un aumento en el salario mínimo como nunca, que pasó de 88. 36 pesos a 140. 70 y llegará en 2024 a 189 pesos; en divisas, las cuales deben agradecerse a nuestros paisanos que trabajan, ahorran y mandan millones de dólares cada vez más, pues en el semestre de este año recibimos más de 28 mil millones de dólares; una elevación de la inversión extranjera tan amplia, que pasamos de ser el país catorce al noveno en este rubro; una no devaluación como nos tenían acostumbrados gobiernos anteriores, pues el dólar fluctúa entre 20 y 21 pesos por billete verde; la deuda externa no ha aumentado por préstamos onerosos, sino únicamente por la flotación de las divisas; mayores transacciones en la Bolsa de Valores, algo que nadie de la oposición esperaba, y las reservas del Banco de México fueron las más elevadas en los últimos tiempos.
Por eso, Andrés Manuel, dijo: “Tengan para que aprendan”, pues todos sus opositores planteaban una situación totalmente diferente.
Además, los programas de apoyo a los adultos mayores, a jóvenes, a estudiantes y a mujeres no sólo continuarán, sino ya son constitucionales y se les destinarán mayores recursos para ellos.
Esto, porque si bien no hubo la reforma fiscal anunciada en el tercer año, se combatió la evasión de impuestos de los grupos poderosos y se metió en orden a las empresas que simulaban hacer y defraudaban a todos.
López Obrador, por fin, hizo un reconocimiento a sus colaboradores, y aquí hay algunos que sobresalen como la señora Raquel Buenrostro; el muy atinado, Santiago Nieto; la súper eficaz, Rosa Icela Rodríguez, y hasta el recientemente alejado de su puesto: Julio Scherer.
Hay, es cierto, muchos pendientes que se hicieron notar, como el aumento del feminicidio, extorsiones y robo de transporte, entre los delitos importantes. Más la violencia que crece en todas partes. Amén de la corrupción que no se castiga con la amplitud y el rigor que se necesita.
En salud y educación hay urgencia de acelerar el paso, ya que el Insabi y los cacicazgos entre los maestros son cuestiones que deben atenderse pronto.
Mientras esto ocurría en Palacio Nacional, nos enteramos que algunos senadores del PAN y el PRI recibieron al líder de la agrupación ultraderechista Vox, muy ligada al Yunque mexicano, cuyo líder español, es Santiago Abascal, seguramente pariente de Carlos Abascal, secretario de Gobernación con Vicente Fox.
Entre las propuestas que se hicieron están el firmar acuerdos para detener la transformación en lo que llaman la Iberósfera; o sea, Latinoamérica y parte de Europa, principalmente Italia y Francia.
La estupidez de estos señores es que se respete la propiedad privada, la libertad de expresión y que México no avance rumbo al comunismo (sic. enloquecido).
Una de sus proclamas es que “España logró liberara a millones de personas del régimen sanguinario y de terror de los aztecas”, gracias a Hernán Cortés. Obvio, no dicen que la invasión española se dedicó al saqueo de oro, plata y recursos naturales para que los reyes hispanos llevarán una vida bomba.
Al contrario, insisten en que Hernán Cortés era un civilizador (sic. con fusiles y dispuesto a matar a todos).
Entre quienes se sumaron a esta farsa y atraso mental estaban un senador panista, Julen Rentemería; la siempre muy atinada en lo tonto, Lily Téllez, y hasta el frustrado aspirante al gobierno de Guerrero, el priista Manuel Añorve.
Es importante denunciar a esos grupos fascistas, como lo han documentado Álvaro Delgado en sus obras acerca de El Yunque y Edgar González Ruiz, sobre Los Abascal y otros grupos delictivos, y ahora lo realiza la valiente periodista: Nancy Flores.
Realmente la locura se extiende cada vez más.