Esta semana se cumplen cinco años del asesinato de Meztli Sarabia, una de las dirigentes de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre (UPVA) e hija del fundador de la organización, Rubén Sarabia Sánchez Simitrio. Hasta ahora hay un nulo avance en el esclarecimiento de este homicidio, que es calificado como un “crimen de Estado” por los líderes de la UPVA.
Hay suficientes elementos para considerar que la muerte de Meztli Sarabia fue un asesinato político, pues desde un principio las autoridades ministeriales actuaron con el fin de que se perdieran evidencias que podían haber conducido hacia los autores de este homicidio.
En el último lustro se ha observado una falta total de interés de la Fiscalía General del Estado para avanzar en las investigaciones e incluso se llegó al absurdo de que se detuvo a una persona acusada de haber matado a la activista, pero sin seguirse los protocolos mínimos, lo que acabó permitiendo que un juez liberara a este hombre.
El caso de Meztli Sarabia es una muestra clara de la impunidad que priva en en el país; pero también pone de manifiesto que persiste un aparato de violencia de sectores de la derecha para atacar a las organizaciones populares.