Ulises en el corazón, la más reciente puesta en escena de la compañía de teatro Huasmole Corp, es el viaje de un niño pequeño que desea ser hijo y de un padre que desea ser padre. La obra refleja lo difícil que es el camino de la adopción, pues éste no es sencillo sino que hay piedras que lo hacen más difícil pero que se libran cuando hay disposición, amor y deseo por lograrlo.
Estrenada días atrás en el Centro para las Artes Tetiem, aquí en Puebla, la pieza formó parte del Circuito Nacional de Artes Escénicas Chapultepec: títeres y objetos, un programa del Centro Nacional de las Artes (Cenart) y como parte del proyecto prioritario Chapultepec Arte y Cultura.
Coescrita entre Jazmín Maldonado y Fernando Schekaiban, la pieza es dirigida por Gabriel Bonilla y cuenta con la participación de Yenuan Gómez en la música original, Citlalmina Morales y Alejandro Equihua en la elaboración de títeres, la gestión y apoyo técnico de Claudia Machorro, el vestuario de Zurisadai Serrano, y la animación de Dulce María Cuamatzi.
Ulises en el corazón, describe parte del equipo por medio de una entrevista que podrá ser vista en las redes sociales de este diario, se ubica en el contexto de la vida real, pues tiene que ver con el deseo de Ulises por tener un lugar estable y el deseo de un padre por brindar ese espacio lleno al que se le pueda llamar “hogar”.
Es una odisea como la de Ulises en la historia griega, compara la actriz Jazmín Maldonado, porque el camino no es sencillo: hay burocracia y los propios miedos de ambos personajes. “Adoptar es prepararse, porque los niños necesitan mucha atención y mucha habilidad, con padres flexibles, atentos y firmes”, abona la dramaturga quien realiza una investigación de grado en torno a la psicología clínica.
En ese sentido, el director Gabriel Bonilla señala que el trabajo se abordó desde la visión de ambos personajes, pues lo más importante era que se compartiera lo que platicaba Ulises sobre el largo proceso de adopción, siendo el papá una pieza importante pues explica la burocracia y la problemática social de adoptar y educar a un hijo.
Estos dos entes, precisa, trabajan juntos para empezar a llevar una buena relación: “No todo es color de rosa y siempre hay montañas que escalar”, como dicen los personajes al cierre del montaje.
“La intención principal no es romantizar la adopción. Sí está el tema dicho, expresado de una manera cruda, pero digerible para los niños y los adultos. No romantiza la adopción, al contrario, sí pone en perspectiva todo el proceso de adopción y todos los conflictos que lleva tanto el adoptado como la parte que adopta”, abunda el también encargado del diseño gráfico al lado de la propia Jazmín Maldonado.
De paso, anota la actriz, la intención es que el espectador tome en cuenta las diversas configuraciones familiares, y ya no la tradicional de mamá, papá e hijo, pues hay diferentes fórmulas y todas son válidas, siendo esta una idea que se quiere transmitir tanto a niños como adultos, pues “en el proceso de adopción se prepara a los niños a recibir a sus nuevos padres, pues ellos también están adoptando a esos nuevos papás, como ellos adoptan a un nuevo hijo”.
Como anota Claudia Machorro la obra Ulises en el corazón no solo es para niños y papás que están insertos en el proceso, sino para cualquiera que siendo papás ponen expectativas altas en los hijos, y no los escuchan. “Hay que aprender a escuchar para formar a nuestra familia, no desde la perspectiva aprendida, sino cómo cuestiona Ulises: qué es una familia que es lo que se necesita para formarla”.
Yunuen Gómez, el encargado de la música, expone que compuso desde lo emocional pues la obra muestra de una manera inocente cómo es este proceso de adopción. En ese sentido, refiere que la música busca ser que la obra misma sea digerible, haciendo que cada escena sea interesante: desde la “bóveda”, o sea el orfanato, hasta la llegada de Ulises a su nueva casa cuando tiene conflictos con su nuevo papá.
Sobre su inclusión en el Circuito Nacional de Artes Escénicas Chapultepec: títeres y objetos, Jazmín Maldonado señala que fue por la pertinencia de la obra y lo necesario que es hablar del proceso, pues hay poca información sobre la adopción en sí. “Así como nos hemos ido sensibilizando respecto a las nuevas masculinidades, a los feminismos, es importante hablar de este tema y normalizar la a opción como una opción más para hacer familia, quitar los tabús y prepararnos para ese hecho”.
En ese sentido, el director Gabriel Bonilla abona que un buen antecedente fue que su trabajo anterior titulado Rayos y centellas, abordaba también el abuso sexual infantil por medio de un abordaje accesible, directo y cercano a adultos y niños. Asimismo, indica que sin ser titiriteros, al lenguaje del títere lo han ido explorando de manera respetuosa. Añade que en el caso de Ulises en el corazón estos se introducen de manera lúdica, apareciendo como esos personajes que se ven implicados en el proceso de adopción de Ulises.
Tras su estreno en Tetiem, Ulises en el corazón tendrá funciones en De La Mancha, foro escénico en Chilpancingo, Guerrero, para este jueves 24 de noviembre, para seguir el 3 de diciembre en Morelos, y en 2023 apostar por una temporada en Puebla y en otros estados del país.