Washington. Estados Unidos aplicará un arancel adicional de 100 por ciento a las importaciones procedentes de China, además de imponer controles a la exportación de todo el software crítico fabricado en territorio estadounidense a partir del 1º de noviembre, anunció el presidente Donald Trump, lo que provocó un desplome en los mercados financieros internacionales.
“A partir del 1º de noviembre (o antes, dependiendo de cualquier otra acción o cambio tomado por China), Estados Unidos impondrá un arancel de 100 por ciento a China, sobre cualquier arancel que estén pagando actualmente”, escribió Trump en su red social Truth Social. En la misma publicación, agregó: “Impondremos controles a la exportación de todo el software crítico”, en represalia por los límites a la exportación de minerales de tierras raras anunciados por Pekín, esenciales para la tecnología y manufactura global.
El anuncio se produjo tras advertencias previas sobre nuevos gravámenes a productos chinos y la amenaza de cancelar una reunión con el presidente Xi Jinping, prevista para finales de mes en el marco del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Corea del Sur.
Trump acusó a China de mantener como rehén a la economía mundial. “¡Están sucediendo cosas muy extrañas en China! Se está volviendo muy hostil”, escribió mientras se dirigía a un chequeo médico en un hospital militar cerca de Washington.
La tensión escaló tras la decisión de China de ampliar su lista de restricciones a la exportación de tierras raras, incorporando cinco nuevos elementos y aumentando el escrutinio sobre usuarios de semiconductores. También se añadieron decenas de piezas de tecnología de refinado a su lista de control. China produce más del 90 por ciento de las tierras raras procesadas y de los imanes de tierras raras del mundo, materiales clave en productos como teléfonos inteligentes, vehículos eléctricos, motores de aviación y radares militares.
Caos financiero
El anuncio de Trump provocó un colapso en los mercados financieros globales ante la perspectiva de una nueva escalada en el conflicto comercial entre las dos mayores economías del mundo.
Los inversores se refugiaron en bonos del Tesoro estadounidense, lo que redujo sus rendimientos. El dólar se depreció, mientras que el precio del oro —activo de refugio— superó los 4 mil dólares por onza. Las acciones en Wall Street registraron su mayor caída desde abril: el Dow Jones bajó 1.88%, el Nasdaq cayó 3.56% y el S&P 500 perdió 2.71%.
Los precios del petróleo también se desplomaron más de 3%, alcanzando mínimos de cinco meses. El crudo WTI cerró en 58.90 dólares por barril, el Brent en 62.73 dólares, y la mezcla mexicana en 56.28 dólares.


