La tromba que azotó la región de Tehuacán y la Sierra Negra dejó más de 100 personas damnificadas en esta comunidad, perteneciente al municipio de San Antonio Cañada, donde las familias claman por ayuda ya que el granizo y la corriente de agua les arrebató todo.
Una difícil situación enfrentan las personas que viven esta tragedia; de un momento a otro su vivienda se vio inundada, el agua arrastró desde costales de maíz, aparatos electrodomésticos, siembras y hasta animales, narraron los afectados que se muestran desesperados.
“Una despensa, un poco de maíz, frijol, lo que nos den” piden las personas que sufren de esta situación, además requieren material para reconstruir sus espacios como cocinas y dormitorios, pues en este momento no tienen donde pernoctar.
La tromba tomó a todos por sorpresa, hace muchos años que no se vivía algo como lo que ayer ocurrió en San Esteban, dicen los habitantes, sobre todo quienes tienen sus viviendas en la parte baja, ya que el agua corre con fuerza hacia esa zona de la comunidad, por lo que los puentes se desbordaron y toda el agua se metió hacia las casas.
No es fácil para ellos, se quedaron sin alimentos porque el frijol, maíz, chile, pan, tortillas y cuanto tenían en su despensa fue arrastrado por el agua, perdieron estufas, refrigeradores, camas, “nada sirve, prácticamente nos dejó sin nada”, narró una de las afectadas.
En más de 50 años, narró un vecino, no había ocurrido una granizada como la del martes, la gente vio con impotencia como el viento levantaba techos, rejas, mientras el granizo golpeaba con fuerza las viviendas, a lo que se sumó la corriente de agua que terminó por meterse a las casas llevando consigo lodo y piedras, el agua subió hasta un metro, dijeron los afectados.
Por su parte el presidente municipal, Bernardino Aquino Beléndez, indicó que ya notificó del problema al Gobierno del Estado, por lo que están a la espera de que las autoridades estatales brinden esa ayuda, mientras que el ayuntamiento buscará poner algo de su recurso para despensas.
Calculó que 40 por ciento de los habitantes resultaron damnificados, hasta el momento contabilizan alrededor de 40 viviendas que resultaron con daños, entre totales y parciales, pero se siguen contabilizando las afectaciones.
El campo de beisbol quedó sumamente dañado, a primera vista los daños son grandes, aunque el alcalde dijo que solo está inundado. Varios puentes se vieron rebasados por el agua y los deslaves, por lo que las autoridades municipales realizarán una supervisión en esos sitios para conocer el estado de los mismos, pues aunque no colapsaron pueden tener daños estructurales.
Bernardino Aquino señaló que el gobierno del estado se comprometió a enviar apoyo para la reparación de las viviendas, así como despensas, por lo que espera que esa ayuda llegue pronto.