Mil 200 empleos están riesgo debido a que la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) será el sindicato titular en la ampliación de la Cuapiaxtla-Cuacnopalan, desplazando a los locales de Puebla.
En conferencia de prensa, dirigentes de la Unión de Sindicatos Nacionales de Materiales para la Construcción de las secciones de Palmar de Bravo, Cuapiaxtla, Tecamachalco, Tehuacán, San salvador El Seco, San Juan Atenco, Soltepec, Mazapiltepec, Libres y Oriental, sentenciaron que si la obra inicia sin que ellos participen, podrían no solo manifestarse en la ciudad de Puebla sino detener los trabajos mediante uso de la violencia si es necesario.
La inconformidad de los poblanos surge porque se niegan a darles una participación del 30 por ciento a los transportistas locales, a pesar de que CATEM no cuenta con suficientes camiones para garantizar el traslado de materiales.
Esto último implicaría que camioneros de otras entidades, con Tlaxcala, vengan a Puebla a trabajar, lo cual molesta a sus pares locales.
“Somos sindicatos de 14 municipios y no importa lo que pase, todos estaremos al frente y que pase, vamos a defender este trabajo con armas, con nuestro cuerpo, con palos, con lo que sea”, advirtió Alejandro Paredes Gómez, representante de la sección 87 del Sindicato Nacional Revolucionario
Cabe mencionar que la CATEM es dirigida a nivel nacional por Pedro Haces Barba, quien también es senador con licencia por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Al respecto, Carmelo Reyes García, secretario de Transporte de la Confederación Revolucionaria de Trabajadores, indicó que ellos también apoyaron a Luis Miguel Barbosa para que ganará la gubernatura poblana, por lo que esperan que el mandatario estatal pueda ayudarlos a tener participación.
Cabe mencionar que son 47 kilómetros los que todavía faltan por construir y ante la falta de trabajo, la unión está demandando a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) que responda satisfactoriamente al emplazamiento que depositaron para poder laborar en la obra.
Mota-Engil es la empresa -de origen portugués- que invertirá cuatro mil millones de pesos a lo largo de 24 meses para la construcción de la segunda etapa de la autopista.
Esta carretera desde su origen ha tenido problemas para su desarrollo. Inicialmente, en el sexenio de Rafael Moreno Valle, Osa, Constructora y Edificadora, filial de Oceanografía, era la encargada de ejecutar el proyecto; no obstante, el dueño de esta última, Armando Yáñez, fue acusado de fraude, lo que llevó a pique a la empresa y complicó la ejecución de la obra. El actual gobierno tuvo que entregar una nueva concesión.