Un par de mapas coloniales, el escudo de armas, una escultura de roca labrada con la figura de un hombre, posiblemente un guerrero o un comerciante, además del glifo hallado en el Archivo General de la Nación (AGN) con la forma de una gota de agua, son algunos de los elementos históricos con los que se busca reforzar y difundir la memoria y la identidad de Santa Isabel Cholula.
Miriam Arely Romero Pérez, regidora de Educación, señala que los esfuerzos van encaminados a consolidar una idea: que Santa Isabel Cholula cumple 300 años de fundación, pues el pueblo fue fundado el 9 de diciembre de 1722 tras su separación de San Pedro Cholula.
Durante una entrevista que podrá ser vista a través de las redes sociales de este diario, la funcionaria señala que ubicado a unos 22 kilómetros de Puebla capital, Santa Isabel Cholula es un municipio rico en historia y tradición, que son poco conocidas en el estado. De inicio, asegura que fue en 1722, tras la separación de San Pedro Cholula, cuando Santa Isabel se independizó y se fundó como un pueblo propio en el que los lugareños se reconocen como parte de él. Señala que la separación se debió a las injusticias que los pobladores vivían, mismas que denunciaron y llevaron ante las autoridades virreinales, recibiendo una negativa pues debían de seguir como una junta auxiliar de San Pedro.
“Vivieron esta lucha por su independencia, ya no querían someterse, pagar impuestos altos. A través de esta lucha insistieron hasta logar la independencia el 9 de diciembre de 1722”, relata la funcionaria municipal, quien trabaja al lado de la directora de Cultura Arlette Guadalupe Orozco, el contralor Cristian Adrián Rivera Bonilla y Rubén Soriano Grande.
Romero Pérez expone que a través de los años se perdió el acontecimiento y por tanto no tuvo el reconocimiento necesario, por lo que ahora buscan difundir y abonar a la identidad del municipio, pues poco se habla de Santa Isabel “y su cultura es mucha como su historia”.
Refiere que en los últimos meses, ella y sus colaboradores recopilaron la voz popular, la memoria de los abuelos y mayordomos del pueblo, además de investigar en acervos municipales, parroquiales e incluso en el AGN, en donde encontraron el glifo de Santa Isabel que es una gota de agua como su acepción en náhuatl que refiere a Despeñarse el agua.
Asimismo, abrevaron en dos documentos de Santa Isabel que avalan su importancia e historicidad. El primero es un códice del siglo XVI resguardado por la iglesia católica, en el que se pueden ver las veredas, los caminos y las colindancias del municipio con Atzompa, Tecuanipan, Atlixco y el valle de la región de las Cholulas, así como las juntas auxiliares y el templo de Santa Isabel, además de un venero de agua que abastece a la población.
El otro, cuenta la regidora de Educación, es un mapa del mismo siglo en el que se ve plasmado el municipio, en donde se ve su principal actividad que era el campo, a la par de las iglesias, la parroquia y el ojo de agua. Dicho documento está en resguardo de la iglesia de San Pablo Ahuatempan, y en 2015 fue restaurado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, según cuenta la entrevistada.
A estos elementos, añade Miriam Arely Romero, se suma el hallazgo reciente de una piedra labrada presumiblemente prehispánica de alrededor de 1.5 metros con una figura masculina que carga su bastón de mando y un costal, que se ubica en otra junta auxiliar del municipio. “Un arqueólogo nos dijo que seguramente es un comerciante, por lo que estamos en la búsqueda de más información”.
Menciona que como parte del trabajo de rescate de la memoria del pueblo, el pasado 5 de febrero se develó una réplica del escudo de Santa Isabel Cholula, pues el original se encuentra también a resguardo de la iglesia. En él, aparecen en la parte baja la representación de un venero de agua y un peñasco, y en la parte superior aparecen un nido y el pájaro azul, que indica que el municipio es fértil y con vastedad de agua.
A todo esto, concluye la regidora, se suma la publicación del disco Inditas guadalupanas –a través de la agrupación Jhoni y la Gran Sonora- que gira en torno a la danza homónima de Graciano Arias y Salustio Martínez que se presentaba cada 12 de diciembre en la Basílica de Guadalupe hasta 1985, fecha de su último registro. “Rescatamos esta danza, su vestimenta, publicamos su canto, su melodía. El 12 de febrero la volvimos a llevar a la basílica, luego de 38 años, para danzar como parte de ese sincretismo entre la fe católica y la preservación de la cultura”.
Por último, informa que si bien hubo un primer corte de la información, mismo que fue presentado en la conmemoración de los 300 años, celebrado el pasado 9 de diciembre, en próximos meses se podrá conocer la totalidad de las indagaciones en un libro.