Los trabajadores de Gas Tomza realizaron ayer un paro de varias horas argumentando que sufren malos tratos. Sin embargo, el líder sindical se negó a detallar en qué consisten estas anomalías, argumentando que hay una buena relación con la empresa, con la cual ya se llegó a un acuerdo.
La protesta surgió en medio de la atención nacional sobre la gasera y su filial Transportadora Silza, empresa vinculada directamente a la explosión de una pipa en el puente de La Concordia, en Iztapalapa, Ciudad de México. El siniestro, ocurrido el 10 de septiembre, dejó más de una docena de víctimas mortales y 90 personas heridas.
La tragedia, considerada por especialistas como una “crónica anunciada”, evidenció irregularidades recurrentes en el sector gasero. Según la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente, Silza no presentó pólizas de seguro requeridas para permisos de transporte de materiales peligrosos, situación negada por el corporativo, pero que revela deficiencias en la regulación.
Las autoridades han destacado que existen más de 15 accidentes graves protagonizados por Gas Tomza y sus filiales en poco más de una década, además de multas e investigaciones en México y el extranjero, como en Costa Rica y distintos estados. San Juan Ixhuatepec, Tijuana, Veracruz, Guerrero y Puebla figuran como escenarios de tragedias y clausuras.
En Puebla, los repartidores encabezados por el Sindicato de Diversas Industrias del Estado afiliado a la CTM, levantaron su paro tras exigir respeto al horario laboral, la vigencia del contrato colectivo y condiciones dignas.
“La solución se dio en buenos términos; esperamos resultados y que todo lo que platicamos se respete”, afirmó Víctor Lerin, secretario general sindical. Confirmó que la inconformidad fue por malos tratos del gerente y diferencias internas sobre horarios, sin informar detalles.
De acuerdo con investigaciones periodísticas y legislativas, Gas Tomza acumula más de 100 irregularidades, sanciones administrativas y prohibiciones para importar combustibles. Pese a esos antecedentes, sigue activa y expandiendo sus operaciones, sin que el escrutinio de autoridades locales y federales frene su crecimiento.
Por otro lado, la empresa se ha negado a abandonar San Juan Ixhuatepec en el Estado de México, sitio de la histórica explosión de 1984. Pese a las prohibiciones y escrutinio, Gas Tomza mantiene operaciones y ha continuado expandiéndose en México y Centroamérica, sin mostrar interés público por cerrar instalaciones ni mejorar sustancialmente su infraestructura operativa y de seguridad.
Comunidades afectadas reiteran que la seguridad operacional debe prevalecer frente al interés privado. El conflicto laboral y la reciente tragedia han intensificado el llamado a revisión profunda y a sanciones efectivas que frenen las irregularidades en el sector gasero.
También puedes ver: Puebla ajustará normativa para pipas de gas tras explosión en Iztapalapa


