Domingo, abril 20, 2025

¿Todo bien en su gobierno Mr. Trump?

Cuarenta días en el cargo van permitiendo perfilar los lineamientos generales que seguirá el gobierno de Donald Trump tanto en las relaciones internacionales de su país, como frente a sus ciudadanos. En ambos casos, por lo visto, predominará el estilo pendenciero que privilegia la fuerza política, económica y hasta militar hacia el exterior; y, la visión sesgada de los problemas sociales, la inmoralidad en el ejercicio de gobierno y, la corrupción como método de acumulación de riqueza desde el poder político, serán el sello peculiar de su gobernanza. La oligarquía que conforma su gabinete, representativa de la élite más enriquecida de Estados Unidos que controla las industrias armamentista, de nuevas tecnologías, farmacéutica, medios de comunicación y, telecomunicaciones; para efectos de control político social de la población, pondrá especial énfasis en la propaganda del supremacismo blanco -arraigado entre los republicanos y sus adeptos- que irá borrando paulatinamente la delgada línea que lo distingue del subliminalmente destapado nazismo. En esta lógica se han ido alineando, el fervor de sus seguidores en campaña <<Amamos a Hitler, amamos a Trump>>; sus promesas electorales <<Puedo ser dictador por un día>>; la notable presencia del saludo nazi en su círculo más cercano; el estilo energúmeno en la conducción de las relaciones diplomáticas y comerciales con el resto del mundo; su abierta participación y admisión de festejo, en la edición en Washington, de la Conferencia de Acción Política Conservadora, de signo ideológico fascista libertario; la aparición de su rostro, con corona en la cabeza, en revistas que dicen “Viva el Rey”; y, una exigencia muy especial para ser “libre”: (Trump plantea “inmunidad total” para el presidente de Estados Unidos (msn.com)).

La suma de poder político y poder económico que Trump ha logrado construir alrededor suyo (La Jornada: Oligarcas desplazan a políticos en la cúpula del nuevo gobierno de EU), respaldada en la alianza con los hombres más ricos del planeta -Elon Musk, Jeff Bezos y Mark Zuckerberg- junto con el exacerbado discurso racial, acabarán por poner a la sociedad estadunidense frente al dilema entre democracia y dictadura fascista, en un corolario obligado del declive o decadencia del poder imperial de EU en el mundo. Ese será el diseño de gobierno, ideado desde el poder, que se buscará sostener durante el segundo mandato de Trump y, quizá, hasta en un tercero: (¿Reelegir a Trump? Legislador pide cambiar la Constitución de EU para darle un tercer mandato). Sin embargo, quizá no todo esté siendo ponderado suficientemente para medir la intensidad de las reacciones de los destinatarios de ese bronco estilo de gobernar.

En el ámbito internacional, las políticas vejatorias de la diplomacia y las normas del derecho internacional asumidas por Trump, están exhibiendo en toda su magnitud y crudeza, la descomposición, ruindad y miseria moral de los gobiernos -demócrata o republicano- de EU, a los ojos del mundo. El presidente estadunidense está siendo, en este momento histórico, la figura política más prominente de la ideología libertaria mundial que agrupa a todos aquellos que pensando, hablando y comportándose como fascistas, alaban el libre mercado y se manifiestan estentóreamente a favor de la disminución del Estado; pero, cuando bajo tales consignas llegan a controlarlo, lo utilizan sin ningún escrúpulo para hacer del engaño, la violencia y el despojo, el instrumento predilecto para hacer “negocio” a costa del resto de la sociedad. Los casos están a la vista.

Es altamente probable que, mirando los niveles de indignación que ha alcanzado “su video” sobre el futuro de Gaza (“Trump Gaza”: Un grotesco video generado por IA publicado por el presidente estadounidense ha provocado indignación), Trump salga a decir -como Milei con la criptoestafa- que “no estaba interiorizado” del proyecto. Al mismo tiempo, nadie, en ninguna parte del mundo, estará impedido de pensar e imaginar que el genocidio de los palestinos en su propia tierra, era un simple negocio inmobiliario para despojarlos de su territorio (La idea de Trump de apropiarse de Gaza provoca indignación internacional) y, que Israel fue el ejecutor de la orden de desalojo de sus ocupantes, recibida desde Washington, para que los magnates estadunidenses puedan instalar en la franja de Gaza un complejo turístico de gran envergadura, como un nuevo negocio, sin la incómoda presencia de los palestinos. (Trump reitera que Israel entregará Gaza a Estados Unidos). (Trump se compromete a comprar y controlar Gaza; palestinos no tendrán derecho a regresar).

De la misma forma, Ucrania, un pequeño país gobernado por un actor mediocre, supuso que podría vencer al coloso ruso en su guerra de invasión sólo con recibir “ayuda” económica y militar de EU. La escena pareció siempre la de un gato azuzando a un ratón, a pelear hasta vencer, a otro gato; el gran problema fue que el ratón creyó y cayó en la celada, al no considerar que esa pelea tenía lugar exclusivamente en su propio hoyo vital. Cuando el hilo de la guerra está a punto de reventar por el surgimiento de una impensada circunstancia de orden militar que, de manera involuntaria, viene a rescatar el sentimiento humanitario que parecía extinguirse en aras de preservar el negocio basado en el exterminio irracional de seres humanos: <<La guerra entre Rusia y Ucrania, que ya se extiende por casi tres años, enfrenta un nuevo desafío crítico: la deserción masiva de soldados ucranianos. Esta situación está dejando a las fuerzas de Kiev vulnerables frente a los avances rusos, comprometiendo no solo las líneas defensivas, sino también la capacidad de negociación en futuros acuerdos de alto el fuego>> (Guerra Rusia-Ucrania: La deserción amenaza con paralizar al ejército ucraniano en momento crucial); es, hasta entonces, que Trump lanza su propuesta de paz: (Trump discute con Putin sobre fin de la guerra: “quiere que la gente deje de morir”), pero imponiendo ahora, a su protegido, una usuraria condición: (La Jornada: Trump quiere el equivalente a 500 mil mdd en tierras raras de Ucrania).

Entonces, ¿cuál era el objetivo real de la ayuda estadunidense a Ucrania? No era para salvarla de las garras del comunismo, pues, Rusia no lo es. Tampoco, para preservar el “modelo occidental” de sociedad. ¿Cuál era el ideal político por el que luchaban los soldados ucranios? ¿Por qué lanzarlos a una guerra frente a enemigo tan desigual? Son preguntas de difícil respuesta, cuyo lugar vino a ocupar, como tal, la deserción masiva de sus soldados. Los combatientes ucranios terminaron por verse como instrumentos de una guerra que, para ellos, nunca terminó de adquirir sentido “apoyados” por el país promotor de las guerras; una guerra que nunca tuvo por objetivo mejorar las condiciones materiales y espirituales de existencia del pueblo. Sin defender ningún ideal por su país, resultaron ser trabajadores asalariados para la guerra y, en tal carácter, renunciaron al empleo. La hipótesis que explicaría la postura de “ayuda” estadunidense para mantener a Ucrania en guerra, es que ganando o perdiendo, su verdadero interés estaba en obtener el control, manejo y disposición de las “tierras raras” que posee ese país y, no en su ayuda humanitaria: <<Volodymir Zelensky afirmó ayer que está dispuesto a ceder territorio a Rusia con el fin de acabar con la “fase caliente de la guerra”>> (Zelensky, dispuesto a ceder territorio a Rusia).

En EU, la Conferencia de Acción Política Conservadora (CAPC), celebrada en Washington el sábado anterior, sirvió de foro para que Trump hiciera explícito su proyecto de gobierno: <<…nadie ha visto nunca un esfuerzo radical como el de su administración para despedir a miles de empleados federales y reducir el tamaño del gobierno>>; <<Los estafadores, mentirosos, tramposos, globalistas y burócratas del Estado profundo están siendo enviados a empacar. Los criminales extranjeros ilegales (sic) están siendo enviados a casa y estamos restaurando el gobierno del pueblo para el pueblo. Durante años, Washington estuvo controlado por un grupo siniestro de marxistas radicales de izquierda, belicistas con intereses especiales que drenaron nuestra riqueza, atacaron nuestras libertades, destruyeron nuestras fronteras y chuparon nuestro país hasta dejarlo seco>>. (La Jornada: Trump autoelogia su política de ultraderecha y va por más). Su discurso político lo pinta de cuerpo entero como hombre pragmático y sin principios éticos en el ejercicio del poder estatal. Parece tener pequeñas confusiones ideológicas pues supone restaurar “el gobierno del pueblo para el pueblo” encumbrando en su gabinete a los más ricos de su país, despidiendo a miles de empleados de gobierno y reduciendo el tamaño del gobierno; detesta a los “marxistas radicales de izquierda”, pues, quizá suponga la existencia de marxista radicales de derecha; y, lo más destacable, es que él no se reconoce en ninguno de los calificativos que enuncia, arrojándolos con desparpajo, a los “otros”.

Ensimismado en sus propias creencias sobre el manejo de su gobierno y la economía de EU, habrá sucesos que tal vez minimice o, le pasen inadvertidos. El problema de dar poder político a los hombres más ricos del mundo incrustados en su gabinete es que, frente a ellos, Trump es sólo un “pobretón” ambicioso. Sin embargo, en el tema de la ambición, es ampliamente superado por aquellos a quienes considera, todavía, sus aliados: Musk, Bezos y Zuckerberg; quienes, además le llevan ventaja por su menor edad. De esa tercia, quien ha adquirido mayor protagonismo es el primero (Elon Musk toma cada vez más poder en el Washington de Donald Trump). Musk no sólo tiene ambiciones de riqueza, sino de fama y poder político. Estar en el gabinete le proporciona todos los elementos necesarios para satisfacerlas, incluso, en el caso de que Trump se llegase a convertir en un obstáculo para ello. Si bien, por su origen sudafricano, conforme a la Constitución de EU, está impedido para ser presidente; su ambición le llevará a explorar vías alternas para ocupar ese cargo cuando, por alguna razón, faltase la figura de aquel. Musk, que le supera en edad, riqueza, dominio y control de la industria de nuevas tecnologías, se convertirá gradualmente en la piedra en el zapato con la que tendrá que batallar el presidente de EU y la sociedad gringa.

Si Trump todavía no lo percibe, (Reprochan a Elon Musk contrato del Gobierno de Estados Unidos para comprar Teslas blindados por $400 millones);  (Elon Musk y su plataforma X indemnizarán a Trump por $10 millones y algunos lo tildan de “corrupción”), la aparición pública del video “Trump le besa los pies a Musk”, podría ser un modesto indicio de la manera en la que, popularmente, empieza a verse la relación política entre ambos personajes. Otro indicio, en este mismo sentido, lo constituyó un reciente hecho insólito: <<El Coro del Ejército de Estados Unidos dejó a muchos con dudas tras interpretar una inesperada canción en la Gala de Gobernadores de la Casa Blanca en 2025. Durante el evento, el coro cantó “Do You Hear the People Sing?”, un himno de protesta del musical Los Miserables>>. Según la crónica del evento y la interpretación del periodista: <<El evento, celebrado en la Casa Blanca el 22 de febrero, contó con la presencia de Donald Trump y la primera dama, Melania Trump. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue la elección de la canción, que habla de una revolución social en la que el pueblo se levanta contra la opresión. La letra incluye frases como: “¿Oyes a la gente cantar? / Cantando la canción de los hombres enfurecidos / Es la música del pueblo / ¡Que no volverá a ser esclavo!” Debido a este mensaje, algunos interpretaron la elección del tema como una crítica al gobierno de Trump, especialmente después de que el presidente se autodenominara “el rey” en una publicación reciente>>. (¿Ejército protesta contra Trump? Coro militar canta himno de Los Miserables contra “el rey” en evento de la Casa Blanca).

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Y un tercer indicio sería el que ronda sobre su alegre y monótono recurso de amenazar con imponer aranceles a las mercancías de otros países que comercian con EU, si éstos, no se pliegan a sus deseos políticos. A juicio de los expertos en cuestiones de economía de aranceles: <<Según PBS, los aranceles podrían interrumpir la cadena de suministros, aumentar el costo de los bienes para las empresas, incrementar los precios al consumidor e incluso costar cientos de miles de empleos en Estados Unidos. La BBC explica que los aranceles son un impuesto que se aplica a los bienes importados cuando entran a un país. Sin embargo, el recargo recae sobre la empresa que importa los bienes, no sobre la empresa que los fabrica en el extranjero. (…). Por último, y el escenario más probable, es que el coste recaiga sobre los consumidores estadounidenses y que el precio de los bienes aumente para compensar el recargo adicional decretado por Washington. Un estudio realizado en septiembre de 2024 por la Universidad de Chicago reveló que el 90% de los economistas consultados afirmó que los consumidores terminaron pagando el aumento de los aranceles, a través de un alza en los precios>>. (Expertos auguran malas noticias para los EE. UU. de Donald Trump).

Esta combinación de factores políticos y económicos, externos e internos, están haciendo que el gobierno de Trump pudiera irse transformando en un coctel explosivo para el mundo y la sociedad estadunidense. Las definiciones políticas asumidas en la CAPC, en Washington, con el papel protagónico del presidente de EU, por su contenido, dibujan un proyecto mundial cuyos trazos fundamentales provienen de la oligarquía que ha sido erigida en gobierno: <<Cuando en un mismo evento se vuelve práctica recurrente la glorificación del régimen que exterminó a decenas de millones de seres humanos y uno de los oradores habla de poner en marcha un exterminio, la comunidad internacional no puede actuar como si se tratara de un juego, sino asumir la existencia de un grupo identificado con el totalitarismo y que hoy por hoy gobierna al país con el mayor poderío militar del planeta>>. (La Jornada: CPAC: de lo peligroso a lo grotescoLa Jornada: CPAC: de lo peligroso a lo grotesco). Estas circunstancias, que ya se van advirtiendo claramente como tendencias desde el inicio de su gestión; deben mover a preguntar, ¿todo está bien en su gobierno, Míster Trump? Ojalá, la Historia no tenga que cobrar al mundo entero, la estupidez de un puñado de mega millonarios ambiciosos con poder.

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Heroica Puebla de Zaragoza, a 28 de febrero de 2025.

JOSÉ SAMUEL PORRAS RUGERIO

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