El tiempo. La forma en que actúa sobre los objetos y cómo éstos, a pesar de pertenecer a un momento en específico son capaces también de reflejar temáticas presentes a lo largo de la historia. En ello, repara la exposición El tiempo en las cosas II, la segunda revisión de la Colección de arte contemporáneo del Museo Amparo que conjuga las piezas con las temporalidades.
A 18 meses de una primera revisión, suscitada en el marco del aniversario 30 del recinto, este miércoles 14 de septiembre abrirá un segundo momento del ejercicio curatorial de largo aliento sostenido por Tatiana Cuevas, que se propone como único en el contexto local.
“La idea de montar la Colección de arte contemporáneo de manera permanente con rotaciones es fundamental en Puebla. Creo que no hay muchas instituciones que tengan un programa de arte contemporáneo mexicano que se repita (…) para nosotros es importante mantener esa posibilidad con el público”, señaló Ramiro Martínez, director del museo.
Durante una conferencia de medios, la curadora Tatiana Cuevas explicó que iniciada hace casi cuatro años, esta revisión tiene el objetivo de presentar la Colección de arte contemporáneo que el Museo Amparo ha construido desde los años 80 del siglo anterior y más sistemáticamente en la última década, a la par de conjuntar un universo concreto que tiene la amplitud de dialogar con los otros acervos: las colecciones de Arte prehispánico, y Colonial y siglo XIX.
Se trata, abundó, de compartir el sentido de la institución al coleccionar no solo para reunir y reflejar las prácticas contemporáneas, sino establecer diálogos con otros acervos, otras temporalidades y épocas del arte mexicano. Era importante, acotó, presentar una colección que se está conformando, que está en flujo, que no podía ser estático sino tener rotaciones en seis salas del museo, esta vez con una selección de 45 obras. “Es lo que hace esta exposición: poder adentrarnos y abordar a través de las obras distintos temas que han estado presentes a lo largo de la historia de la humanidad. Es una premisa ambiciosa, pero al concentrarse en obras particulares y en discursos específicos podemos entender lo que el título de la exposición alude: el tiempo en las cosas, cómo en estos objetos artísticos ya sea desde la época prehispánica o la actual, cada uno contiene una temporalidad, responde a su tiempo y al mismo tiempo reincide en temáticas que han estado presentes a lo largo de la historia”.
Cuevas mencionó que la exposición se aprovecha la vigencia de las obras, por lo que la selección que plantea hace uso de la potencia que tienen los objetos que conviven de una manera horizontal, en un esfuerzo por dar una intención para que el espectador se aproxime a estos objetos que dicen y dan información de un contexto.
El tiempo en las formas se integra por seis núcleos. El primero Los ciclos del tiempo lineal, para ver que el tiempo no es lineal sino que hay ciclos que se repiten que conectan con las preocupaciones de hoy con las de hace 400 años.
Sigue Renovación, representada en el culto mesoamericano a Xipe Totec, un tema actual por el impacto del hombre en el medio ambiente, como se vivió en estos dos últimos años ante una contingencia sanitaria como la provocada por el Covid-19.
La tercera es Imaginarios trastocados para pensar sobre la forma de cómo los imaginarios se ven trastocados por distintos eventos que va desde la difusión de publicidad comercial a la propaganda política, y cómo la conducción de ideas va hacia el impacto de eventos que trastocan el imaginario colectivo: así, el desaparecimiento de las muertas de Juárez no pesa como sí lo hace la muerte de un político que tiene todo el poder.
Continúa con Sistemas transversales para ver las manifestaciones artísticas que exhiben el frágil equilibrio que sustentaba a la naturaleza, adquiriendo una nueva lectura y relevancia.
Aparece Pulsiones y transgresiones para explorar las narrativas de los deseos y pulsiones reflejados en los ciclos, la transformación y la destrucción. Cierra Interpretación crítica de la cultura material centrada en la pieza Proyecto de demolición: Museo Nacional de Antropología de Eduardo Abaroa, la cual enfrenta las políticas patrimoniales del Estado mexicano y las violencias en torno a la producción cultural indígena.
A los núcleos se integra la sala Enfoques que presenta la pieza Gnomon/ cómo leer un mapa de José León Cerillo, una serie de exploraciones geométricas, lenguajes visuales, códigos de color y espacio expositivo.
En suma, concluyó Tatiana Cuevas, El tiempo en las cosas II es otra exposición, con los mimos temas y la misma premisa, pero como una exploración curatorial de como un mismo guion puede tener nuevas piezas que potencializan las lecturas.
Destaca que la exposición se acompañará de un programa público de conferencias, talleres y exploraciones sobre temas, obras y artistas integrados a ella: Lourdes Grobet, Graciela Iturbide, Teresa Margolles, María José Argenzio, Julieta Aranda, Mariana Castillo Deball, Sofía Taboas, Tania Pérez Córdova, Carlos Amorales, Eduarso Abaroa, Jan Hendrix, Cisco Jiménez, Gabriel Kuri, Gonzalo Lebrija, Yoshua Okón, Gabriel Orozco, Vicente Rojo, Tercerunquinto, Latino Toons y José León Cerillo.