En Tehuacán la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) cerró sus puertas, tras acusaciones de extorsión de supuestos inspectores, quienes habrían intentado sorprender a restauranteros; la dirección de zona se deslindó de esa situación y el gobierno municipal decidió suspender la atención en esas oficinas. De acuerdo con la información recabada, el personal de Profeco fue propuesto por el ayuntamiento y validado por la procuraduría que a su vez se encargó de la capacitación; la Comuna asumió el pago de nómina, proporcionó el local y todo el equipo para su funcionamiento, lo que a simple vista parecería atípico. A decir del director de Comunicación Social del ayuntamiento, Josué Bautista, el cierre es temporal, ya que es necesario ratificar el convenio entre el gobierno municipal y la Profeco, para que se siga dando el servicio para atender las quejas de consumidores.
Como sabemos, la Profeco es una instancia conciliatoria encargada de defender los derechos de los consumidores, prevenir abusos y garantizar relaciones comerciales justas. Además, busca generar una cultura de consumo responsable y proporcionar información para la toma de decisiones de consumo, mediante diversos estudios.
Existen varias subprocuradurías dependiendo el tipo de quejas; en la de Servicios se combaten las prácticas comerciales abusivas, se reciben y gestionan las quejas en materia de consumo y las denuncias en materia de publicidad; cuando un proveedor no respeta precios, cantidades, plazos, entregas, condiciones, modalidades, garantías, u otros compromisos que se hicieron en el intercambio comercial y no se cumplieron. Mientras que la Subprocuraduría de Telecomunicaciones se encarga de proteger y defender a las y los usuarios frente a los proveedores, en calidad de concesionarios o autorizados, de servicios de telecomunicaciones.
Los abusos del comercio y prestadores de servicios frente a la indefensión de los consumidores tienen en la Profeco una instancia para denunciar los abusos y lograr mediante la conciliación la reparación del daño. Por ello, el cierre de la oficina de Tehuacán resulta lamentable ya que es la única instancia que tiene la ciudadanía para frenar en cierta medida los abusos del comercio, más en este tiempo donde comienzan las compras de fin de año y están pendientes de resolver en esa oficina ochocientas quejas ya presentadas.