Se dice que una figura que muy afanosamente estaría buscando ser la próxima directora del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla (IMACP) es la regidora electa Susana Riestra Piña. Y que su intención no sería solamente el cambiar una posición del cabildo por un cargo administrativo, sino el darle cobijo a una parte importante de lo que fue el aparato cultural del morenovallismo, que ha dejó una mancha obscura en el manejo de los museos del estado.
Hasta ahora el alcalde electo de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, ha sido muy cauto para dar indicios de quién podría ser el próximo titular del IMACP. No obstante, ya hay varios nombres que se han empezado a mencionar, aparte de la morenovallista Riestra Piña, como serían los siguientes personajes:
Se ha señalado como una fuerte candidata a Grace Balcázar, quien es colaboradora del pintor José Lazcarro. Ella también es pintora y maestra en Lenguas y Literatura Hispanoamericana por la Universidad de las Américas.
Una segunda mención ha sido la de Fabián Valdivia, quien es un investigador independiente, que ya fue parte de la Gerencia del Centro Histórico de Puebla, es muy cercano al panismo tradicional y a Alejandro Cañedo, que será por segunda vez el director de Turismo en la gestión municipal de Eduardo Rivera.
También se rumora que la candidata de más peso para el IMACP sería Gabriela Lazcarro, la hija del ya mencionado José Lazcarro.
Más allá de quién sea el siguiente titular del área de cultura del ayuntamiento de Puebla, debe quedar claro que el edil electo Eduardo Rivera debe ser muy cuidadoso con este nombramiento pues hace 10 años, cuando llegó por primera vez a ese cargo, provocó un fuerte agravio en la comunidad artística y cultural de Puebla por haber nombrado a la panista Martha Patricia Sánchez Matamoros –la ex esposa del segundo alcalde del PAN en la capital, Luis Paredes Moctezuma—al frente del IMACP.
De profesión arquitecta, Sánchez Matamoros fue una funcionaria discreta, cortés, sin ningún escándalo o abuso. El problema es que es una mujer conservadora y eso le creó un alejamiento de la comunidad artística y cultural de Puebla, que nunca vio con buenos ojos los entonces proyectos del IMACP. Por esa razón lo que se hizo en esta área pasó sin pena ni gloria.
<cab> Morenovallistas quieren mudarse
al IMACP.
Susana Riestra es parte de una de las tres familias consentidas por el morenovallismo. Tres hermanos de ese clan –Susana, Mario y Rodrigo—ocuparon cargos muy relevantes en el engranaje político del ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.
En ese sentido, Susana Riestra fue diputada local en el sexenio morenovallista y ocupó la presidencia de la comisión de Cultura del Congreso local.
Moreno Valle se destacó por degradar la Secretaría de Cultura a una simple dirección y al mismo tiempo, prometió el proyecto cultural más ambicioso de Puebla, mismo que nunca se llevó acabo.
Al revés, las actividades del sector cultural se utilizaron para cometer muchos atracos con fondos del erario poblano.
Y precisamente cuando Susana Riestra estuvo en el cargo de la Comisión de Cultura del Poder Legislativo se sabía que el gobierno de Moreno Valle destinaba grandes presupuestos para supuestos proyectos culturales, pero en realidad ese dinero se empleaba para pagar “favores políticos”.
En esa época hubo dios grandes escándalos:
El primero es que de manera arbitraria y hasta ilegal se sustrajeron grandes colecciones de arte de los museos Bello y del Alfeñique para dotar de obras al naciente Museo Internacional del Barroco, que costó más de 7 mil millones de pesos y carecía de acervo. Un verdadero absurdo.
Como parte de ese manoseo de los museos poblanos, se perdieron piezas de arte o les quitaron algunos de sus valiosos componentes.
El segundo escándalo es que se creó Museos Puebla, un organismo público descentralizado que se utilizó para destinar muchos millones de pesos y que no hubiera mecanismos legales para fiscalizar ese dinero, a excepción de los miembros del consejo administrativo, que eran todos afines al morenovallismo.
En la polémica del manejo de los museos durante el morenovallismo habrían aparecido personajes como Omar Lezama, Octavio Ferrer y Ernesto Cortés.
Ahora esos tres personajes podrían ser parte del equipo de Susana Riestra en caso de que llegara a ser la titular del IMACP. Es lo que se dice en “radio pasillo” y que es un asunto que preocupa a conocedores del ambiente cultural de Puebla.
El hipotético nombramiento de Susana Riestra en el IMACP sería un error más catastrófico que el cometido, hace una década, con Martha Patricia Sánchez Matamoros.