Tehuacán. Los templos religiosos serán supervisados por Protección Civil Municipal, con el objetivo de que cumplan con los protocolos de prevención contra el coronavirus, así lo señaló el director del área, Juan Carlos Salazar Ferman, quien recordó que es una disposición oficial que deben acatar.
En el decreto para la reapertura, emitido por el gobierno del estado, se incluye a las iglesias; en su caso deben mantener un aforo similar al que se estableció para los restaurantes, de modo que ningún espacio de ese tipo puede rebasar el 30 por ciento de su capacidad.
Se trata de medidas que son por el bien de los propios creyentes, porque tienen como objetivo evitar contagios de Covid-19, manifestó Juan Carlos Salazar, al tiempo de expresar que además los líderes religiosos tienen el deber de tomar la temperatura a toda persona que ingrese a los templos.
Colocar gel antibacterial, mantener desinfectados los espacios u al interior de los templos asegurar la sana distancia, son otras de las medidas a cumplir por parte de todas las asociaciones religiosas, enfatizó.
Si bien el mayor número de instalaciones de ese tipo pertenecen a la Iglesia Católica, aseveró que tienen identificadas a otras religiones que de igual manera van a supervisar, porque las disposiciones son para todas las religiones.
En templos, sinagogas u otro tipo de edificios donde se reúnan los fieles, expuso, es necesario que se respeten las normas de prevención, por lo que de inicio se les visitará para exhortar a todos los líderes a que den cumplimiento a esas acciones.
Aun cuando se dio el aval del gobierno para reabrir las iglesias desde el pasado 10 de este mes, un porcentaje de las instalaciones permanece cerrado, en algunos casos los sacerdotes o pastores optaron por continuar con sus oficios de manera virtual, que fue la manera en que mantuvieron su actividad durante la cuarentena.
Sin embargo es probable que en los próximos días se dé una apertura mayor, por lo que el director hizo un llamado para que todas sus actividades se realicen con respeto absoluto a los protocolos, que también establecen un tiempo, dentro de los templos, no mayor a 30 minutos.