La Secretaría de Desarrollo Rural de Puebla (SDR) confirmó este miércoles la presencia de 17 casos de gusano barrenador en el ganado de la entidad, un foco que ha activado un operativo de blindaje sanitario en coordinación con el gobierno federal.
Los casos se registraron en las localidades de San Sebastián Tlacotepec, con siete reses infectadas; en Zoquitlán se reportaron seis; en Eloxochitlán, tres, y uno en Tecamachalco.
En entrevista, la titular Ana Laura Altamirano minimizó el riesgo de una crisis, tras argumentar que los casos son manejables en comparación con el inventario ganadero estatal.
La funcionaria precisó que si bien son 17 los casos confirmados, la cifra “no representa absolutamente nada” frente al inventario de casi medio millón de cabezas de ganado bovino que posee Puebla.
Sin embargo, admitió “no podemos ser omisos” ante la situación, lo que ha llevado a una respuesta inmediata y coordinada.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), desde que inició la plaga, es el brote más significativo que se registra en el estado, que suman en total 23 casos acumulados. Los primeros seis se registraron en la primera semana de septiembre, sumado a los 17 en este inicio de semana.
Despliegue de brigadas y estrategia sanitaria
Para atender la contingencia, Ana Laura Altamirano informó que ha desplegado un total de 12 brigadas compuestas por médicos veterinarios y personal acreditado: seis a nivel estatal y seis a nivel federal.
Explicó que estos equipos están realizando “barridos” o muestreos de manera constante en la población animal.
La secretaria explicó que el Gobierno del Estado destinó 20 millones de pesos del Comité de Salud Animal para la compra de insumos clave, como Ivermectina, que se utilizada para la prevención.
Además de Negasunt, que es un larvicida cicatrizante que se aplica directamente a los animales que presentan heridas, independientemente de si ya tienen el gusano barrenador.
Altamirano subrayó que el protocolo no es de alarma ni de sacrificio animal, pues una vez detectado un animal con heridas, se aplica el producto para curarlo y evitar que la mosca infecte a otros.
“Se cura la herida y lo que estamos verificando es ahorita monitoreando que el tema de las moscas que pueda existir en el ambiente, pues no sean propias para que puedan seguir infectando otros animales”, precisó.
Casos concentrados en la Sierra Negra
Los primeros casos fueron identificados en agosto y se concentran principalmente en la Sierra Negra.
Como parte de la estrategia, Ana Laura Altamirano informó que se ha solicitado al gobierno federal una segunda liberación de moscas estériles, un método de control ya implementado, y se aumentaron los puntos de verificación de diez a dieciocho para blindar al estado.
La funcionaria expuso que sostuvo una reunión urgente con el titular del Senasica, para coordinar las acciones de fitosanidad a nivel país.
Asimismo, anunció una capacitación para 110 municipios del estado y la supervisión rigurosa de los 14 rastros y mercados ganaderos, como el de Tepeaca, para asegurar que los productores estén al tanto de los protocolos.
Al final, destacó que la presencia del gusano barrenador, que se manejó en México desde los años 70, no es desconocida para los ganaderos. La clave es la cooperación del sector para notificar inmediatamente cualquier herida que pudiera ser una puerta de entrada para el parásito.


